Las Naciones Unidas deciden reanudar la conferencia "Solución de dos estados" a pesar del rechazo estadounidense e israelí

La Asamblea General de las Naciones Unidas decidió ayer viernes reanudar la conferencia internacional de alto nivel sobre la solución de dos estados, que había sido suspendida este verano debido al aumento de la violencia en la región de Oriente Medio.

Así, se revive el proceso de paz en la cuestión palestina en un momento sensible, y se llevará a cabo el 22 de septiembre en coincidencia con la semana de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Esta decisión se tomó tras una propuesta verbal presentada por Arabia Saudita, donde la Asamblea subrayó la necesidad de reanudar la conferencia para promover la implementación de la solución de dos estados como un medio para lograr una paz integral en la región.

A pesar de las afirmaciones de las Naciones Unidas sobre la importancia de la conferencia, esta medida ha encontrado fuertes objeciones tanto de Israel como de Estados Unidos.

Estados Unidos considera que reanudar la conferencia prolongará la guerra en Gaza, lo que agravará la situación en el sector y alentará a Hamas, como han señalado varios funcionarios estadounidenses.

La Subsecretaria de Estado de la misión estadounidense ante las Naciones Unidas, Teng Wu, anunció el rechazo de su país a participar en la conferencia prevista, afirmando que este enfoque no contribuirá a lograr la seguridad y estabilidad en la región.

Por su parte, Israel ha vinculado su rechazo a la decisión con su postura firme de no adoptar soluciones que lleven a lo que llama "socavar su seguridad", considerando que reanudar tales conferencias solo avivará el conflicto.

Por otro lado, surge la pregunta de si el presidente palestino Mahmoud Abbas podrá asistir a la conferencia en persona, dado el veto impuesto por Estados Unidos sobre la concesión de visas de entrada a los funcionarios palestinos.

Al mismo tiempo, la reanudación de la conferencia en este momento representa una oportunidad para muchos líderes de países y gobiernos para expresar sus posiciones y apoyo a la reactivación del proceso de paz en Oriente Medio.

Por lo tanto, las miradas permanecen centradas en este evento, en medio de la complejidad de las posiciones de las grandes potencias por un lado, y el aumento de las crisis sobre el terreno en los territorios palestinos por el otro, convirtiendo esta etapa en una nueva prueba para las perspectivas de soluciones pacíficas en la región.