El Ministerio del Interior británico anunció ayer viernes que ha presentado un recurso contra una sentencia emitida por el Tribunal Supremo, que obligaba a uno de los hoteles en la ciudad de Epping, al norte de Londres, a detener temporalmente la recepción de solicitantes de asilo, en medio de protestas en contra de la migración que estallaron en la región desde julio pasado.
De acuerdo con la decisión judicial, se dio a los migrantes que residen en el hotel hasta el 12 de septiembre para abandonarlo, lo que ha generado un amplio debate y una creciente preocupación en los círculos gubernamentales.
Este fallo establece un precedente legal, lo que lo convierte en candidato a ser utilizado como referencia en demandas similares en otras partes del país, lo que podría obstaculizar los esfuerzos del gobierno para abordar el tema de los solicitantes de asilo, especialmente con el compromiso legal existente de proporcionar alojamiento temporal mientras se estudian sus solicitudes.
En la primera reacción oficial, el Ministro de Estado para la Seguridad, Dan Jarvis, afirmó que el gobierno apelará la decisión, explicando: "Estamos comprometidos a poner fin al uso de hoteles para alojar a solicitantes de asilo, pero esto debe hacerse de manera organizada y planificada", enfatizando que la apelación a la decisión se enmarca en la preservación del equilibrio entre la implementación de nuevas políticas y el respeto a las obligaciones legales hacia los solicitantes de asilo.
Los gobiernos del Partido Conservador anteriores habían dependido en gran medida de los hoteles como alojamientos temporales para los migrantes, una política que el Partido Laborista, liderado por el Primer Ministro Keir Starmer, ha calificado de "costosa e ineficaz", comprometiéndose a eliminarla por completo para 2029, en el contexto de su enfoque para endurecer las políticas migratorias y racionalizar el gasto público.
A pesar de estas promesas, las cifras indican un aumento significativo en el número de migrantes, ya que más de 50,000 personas han llegado a las costas británicas en pequeñas embarcaciones desde que Starmer asumió la jefatura del gobierno.
Además, se presentaron 111,084 solicitudes de asilo entre junio de 2024 y junio de 2025, un aumento anual del 14%, la cifra más alta registrada en un año desde que se comenzó a documentar datos en 2001.
Este aumento legal y político se produce en un momento en que Gran Bretaña está experimentando un acalorado debate sobre las políticas de migración y asilo, en medio de presiones internas y externas para encontrar soluciones sostenibles y humanitarias que se alineen con los tratados internacionales y la compleja realidad local.