Texas, uno de los estados más afectados por una de las peores olas de inundaciones en años, ha resultado en la muerte de al menos 24 personas debido a las inundaciones repentinas que golpearon el centro del estado, mientras que decenas siguen desaparecidas, la mayoría de ellos niños.
Las autoridades locales informaron que las inundaciones repentinas sorprendieron a la región durante la noche, específicamente a lo largo de las orillas del río Guadalupe, cuyo nivel aumentó catastróficamente en ocho metros en tan solo 45 minutos.
El vicegobernador del estado, Dan Patrick, declaró que algunas de las víctimas son niños, señalando que unas 23 niñas del campamento Mistique aún no han sido encontradas.
Agregó que esto no significa necesariamente que estén perdidas, ya que podrían haber buscado refugio en los árboles o no tener medios de comunicación.
El campamento albergaba alrededor de 750 personas durante el fin de semana festivo del Día de la Independencia de Estados Unidos, y su director describió la situación como catastrófica, confirmando cortes de electricidad, agua y servicios de comunicación.
Los videos en las redes sociales mostraron casas siendo arrastradas por completo por la fuerza del agua, mientras que las autoridades federales instaron a los residentes a no viajar a la zona afectada, donde las carreteras están inundadas y el acceso está bloqueado.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, publicó un video conmovedor de una operación de rescate desde el aire, en el que un miembro del equipo de rescate sacaba a una persona atrapada en lo alto de un árbol rodeado por el agua.
Las operaciones de búsqueda y rescate continúan sin descanso, con unos 500 equipos de rescate y 14 helicópteros desplegados, con el apoyo de la Guardia Nacional y la Guardia Costera de Estados Unidos.
El director de la Agencia de Seguridad Pública del estado confirmó que el incidente ha causado graves pérdidas humanas, advirtiendo sobre una nueva ola de lluvias que golpeará las áreas de San Antonio y Austin en las próximas horas.
En una conferencia de prensa, Rob Kelly, el funcionario local del condado de Kerr, enfatizó que las inundaciones fueron repentinas e inesperadas, a pesar de que la región está acostumbrada a este tipo de desastres, y dijo que el río Guadalupe, que atraviesa la zona, es considerado el río más peligroso de Estados Unidos.
La Agencia Meteorológica emitió una advertencia urgente a los residentes de la zona, instando a todos a permanecer en áreas elevadas y evitar cualquier movimiento innecesario.
Este incidente ocurrió menos de tres semanas después de unas inundaciones similares que golpearon la ciudad de San Antonio, cobrándose la vida de al menos diez personas debido a las fuertes lluvias.
Las autoridades pertinentes continúan con los esfuerzos de rescate en condiciones extremadamente difíciles, con pronósticos de empeoramiento si las lluvias continúan en los próximos días.