Unas estimaciones recientes de una plataforma de energía con sede en Washington revelaron la posibilidad de descubrir una enorme reserva de 40 billones de pies cúbicos de gas natural en las aguas marítimas sirias, un desarrollo que podría cambiar las reglas del juego en la región.
Este descubrimiento marca un paso significativo para reposicionar a Siria en el mapa energético mundial, especialmente en medio de los esfuerzos de los países del Medio Oriente por fortalecer su seguridad energética y reducir la dependencia de las importaciones.
Según los informes de la plataforma, la cuenca de "Levante" frente a las costas sirias alberga enormes reservas no exploradas, con estimaciones iniciales que sugieren reservas terrestres probadas de hasta 430 mil millones de metros cúbicos (equivalentes a 15 billones de pies cúbicos), mientras que las reservas marítimas podrían alcanzar los 40 billones de pies cúbicos.
Wael Hamed Abdel Motei, experto en gas e hidrógeno de la OPEP, afirma que Siria aún no ha comenzado la exploración marítima en su zona económica exclusiva que se extiende por más de 10 mil kilómetros cuadrados, señalando que un entorno de inversión adecuado y el levantamiento de sanciones son clave para abrir el campo a grandes empresas internacionales como Chevron, ExxonMobil y ConocoPhillips para participar en prometedoras exploraciones.
En un contexto similar, el gobierno sirio está trabajando en un plan integral para reestructurar el sector energético con el objetivo de garantizar combustible y electricidad a precios justos para los ciudadanos, generar ingresos que respalden los esfuerzos de reconstrucción, crear empleo y fortalecer la soberanía de Siria sobre sus recursos.
El plan incluye la modernización de las refinerías de Homs y Banias, el desarrollo de las redes de gas locales y el lanzamiento de un fondo soberano de energía que poseerá el 30% de una empresa conjunta listada en la bolsa de valores estadounidense, con un enfoque en la digitalización y transparencia financiera.
La etapa final del plan implica la exportación de gas y petróleo a través de Irak y los puertos sirios, así como la participación de Siria en proyectos energéticos transfronterizos, fortaleciendo su papel en los mercados regionales y globales.
En medio de los rápidos cambios regionales e internacionales, Siria podría encontrarse ante una oportunidad histórica para invertir en sus riquezas naturales, fortalecer su seguridad energética y su economía nacional, calificándose para regresar como un jugador clave en el sector energético.