Un sospechoso murió y un oficial de policía resultó herido en un tiroteo que ocurrió ayer viernes dentro del campus de la Universidad Emory en Atlanta, Georgia, después de un aviso sobre un tirador activo en la zona.
La policía estadounidense anunció que respondió de inmediato a la llamada de emergencia, donde el tiroteo ocurrió cerca de la entrada de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), una agencia federal dedicada a la salud pública, ubicada al lado del campus universitario.
Empleados de los centros confirmaron que las balas impactaron varias ventanas de edificios de la agencia, lo que llevó a un estado de máxima alerta en el lugar, mientras las patrullas de policía continuaron sonando las sirenas con la llegada de refuerzos de diversas agencias de seguridad en la ciudad de Atlanta.
Por su parte, la Universidad Emory emitió una advertencia a través de su sitio web y plataformas de redes sociales, pidiendo a los estudiantes y al personal del campus que se refugiaran de inmediato, y en la advertencia se decía: "Corre, escóndete, lucha".
Más tarde, la universidad anunció el levantamiento de la orden de refugio, pero pidió a todos que evitaran la zona hasta nuevo aviso.
La cadena NBC de Estados Unidos informó que la Oficina de Investigación de Georgia (GBI) asumió la investigación del incidente para determinar los antecedentes y motivos del sospechoso, cuya identidad aún no ha sido revelada.
El fiscal general del estado de Georgia, Chris Carr, comentó:
"Estamos profundamente conmocionados por las noticias que provienen de la Universidad Emory, y oramos por la seguridad de todos los miembros de la comunidad universitaria".
El incidente ha reavivado el debate continuo en los Estados Unidos sobre la violencia armada dentro de las instituciones educativas y sus repercusiones en la seguridad comunitaria.
Las investigaciones continúan para revelar más detalles sobre la identidad del sospechoso y sus posibles motivos.