Egipto está experimentando actualmente un fuerte frente frío del desierto, lo que ha llevado a la Autoridad Meteorológica a emitir advertencias urgentes sobre una fuerte tormenta de arena que golpeará varias provincias.
Los vientos, con velocidades entre 70 y 80 km/h, han causado una fuerte reducción en la visibilidad, llegando a menos de 500 metros en áreas como Matrouh, Fayoum, Beni Suef, Minya, Asyut, Sohag, Qena, sur y este de El Cairo, Giza y Suez.
Además, las provincias del Delta, Luxor y Asuán experimentarán vientos arenosos y polvorientos, con velocidades de 40 a 60 km/h, lo que contribuirá a reducir la visibilidad a menos de 1000 metros.
Ante estas malas condiciones climáticas, el gobierno egipcio ha decidido suspender las clases en todas las escuelas a nivel nacional hoy miércoles, para garantizar la seguridad de los estudiantes y maestros. Mohamed Abdel Latif, Ministro de Educación, ha confirmado que la suspensión se debe a las condiciones climáticas previstas que podrían afectar negativamente el proceso educativo.
La Ministra de Desarrollo Local, Manal Awad, ha instruido a todos los gobernadores a elevar el nivel de preparación para enfrentar los efectos de la tormenta de arena.
Las instrucciones incluyen tomar las medidas necesarias para hacer frente a posibles crisis, coordinando con las empresas de agua, electricidad y saneamiento para abordar rápidamente cualquier falla o informe.
Además, se ha enfatizado la importancia de asegurar la preparación de los equipos de rescate y emergencia para hacer frente a cualquier novedad que pueda surgir como resultado de la tormenta.
Esta tormenta coincide con un clima cálido en la mayor parte de Egipto, lo que aumenta sus efectos negativos en las actividades diarias.
La Autoridad Meteorológica ha advertido que la reducción de la visibilidad podría aumentar el riesgo de accidentes de tráfico, instando a los ciudadanos a ser cautelosos y mantenerse alejados de áreas abiertas, especialmente en zonas con una fuerte reducción de la visibilidad.