Se reanudaron esta mañana del domingo las operaciones de entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza a través del cruce de Rafah, como parte de la decimosexta caravana que se envía en coordinación entre las autoridades egipcias e israelíes, y con el patrocinio estadounidense, en medio de la continua deterioración de la situación humanitaria en la franja sitiada.
Hoy cruzaron 50 camiones cargados con ayuda humanitaria y de socorro variada, preparados por la Media Luna Roja egipcia en el norte del Sinaí.
Los camiones ingresaron desde el lado egipcio a través de la puerta del cruce de Rafah, con destino al cruce de Kerem Shalom, donde fueron inspeccionados por las autoridades israelíes antes de ser autorizados a cruzar hacia Gaza.
Esta reanudación se produce tras una pausa de dos días durante los días festivos del viernes y sábado, y el nuevo acuerdo entre Egipto e Israel, con el apoyo de Estados Unidos, estipula que los camiones de ayuda se envíen del cruce de Rafah a Kerem Shalom, donde las cargas serán inspeccionadas dentro del cruce israelí y luego se trasladarán a la franja a través de los cruces de Kerem Shalom y Zikim.
Desde el 27 de julio pasado, han ingresado a la Franja de Gaza 2331 camiones de ayuda a través del cruce de Rafah, cargados con más de 15,000 toneladas de ayuda humanitaria y de socorro, en medio del agravamiento de la crisis humanitaria que enfrenta la franja debido a la guerra que ha continuado durante aproximadamente 22 meses.
En el campo, se registró el sábado la muerte de 40 palestinos, incluidos niños, la mayoría de ellos mientras esperaban recibir ayuda, debido a disparos del ejército israelí, según informaron la defensa civil y fuentes médicas en Gaza.
Estas masacres coinciden con un aumento de las operaciones militares en el barrio de Zaitun, al norte de la ciudad de Gaza, donde el ejército israelí anunció el viernes el inicio de "la operación terrestre" en la zona.
Un comunicado militar israelí indicó que sus fuerzas "están trabajando para descubrir artefactos explosivos y destruir la infraestructura militar sobre y bajo tierra", en el marco de un plan anunciado por el consejo de seguridad israelí a principios de agosto para tomar el control total de la ciudad de Gaza.
Por su parte, el movimiento Hamas confirmó en un comunicado el sábado que "los aviones de combate y la artillería israelí, además de los robots explosivos, han estado destruyendo sistemáticamente el barrio de Zaitun durante una semana", señalando que los ataques afectan a los barrios del este y sur de la ciudad de Gaza, en lo que describió como "una guerra de exterminio total destinada a destruir todos los elementos de vida en la franja".
En medio de esta escalada militar, el ejército israelí anunció que comenzará a partir del domingo a proporcionar tiendas de campaña y equipos de alojamiento a los habitantes de la franja, en el marco de lo que describió como "preparativos para trasladar a los civiles de las zonas de combate al sur de la Franja de Gaza".
Estos materiales serán trasladados a través del cruce de Kerem Shalom después de ser sometidos a una inspección minuciosa, en colaboración con las Naciones Unidas y organizaciones de ayuda internacionales.
Mientras tanto, los indicadores de la catástrofe humanitaria aumentan día a día.
El Ministerio de Salud en la Franja de Gaza anunció el sábado la muerte de 11 personas, incluido un niño, en las últimas 24 horas, debido al hambre y la desnutrición, elevando así el total de víctimas de la hambruna a 251 personas, incluidos 108 niños.
Las Naciones Unidas advirtieron nuevamente que todos los habitantes de la Franja de Gaza están amenazados por la hambruna, mientras Israel continúa negando estas afirmaciones.
La guerra en la franja estalló tras el amplio ataque llevado a cabo por el movimiento Hamas el 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel, que resultó en la muerte de 1219 personas, la mayoría de ellas civiles, según estadísticas oficiales israelíes.
Desde entonces, los ataques y operaciones militares israelíes han cobrado la vida de más de 61,827 personas en Gaza, la mayoría de ellas civiles, según el Ministerio de Salud administrado por Hamas, cifras que las Naciones Unidas consideran confiables.
En medio de estas cifras aterradoras y la situación trágica, el flujo de ayuda humanitaria a Gaza continúa de manera intermitente, en medio de obstáculos de seguridad y de campo, mientras las organizaciones internacionales exigen garantizar corredores humanitarios seguros y sostenibles.