Dimisiones de ministros en Libia profundizan la crisis del gobierno de Dbeibah.
May 16, 202596 VistasTiempo de lectura: 3 minutos
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La capital libia, Trípoli, presenció un nuevo aumento político y de seguridad ayer viernes, con la renovación de las protestas exigiendo la caída del gobierno de unidad nacional encabezado por Abdul Hamid Dbeibah. Cuatro ministros del gobierno renunciaron después de violentos enfrentamientos en la ciudad, pero el gobierno negó estas noticias, afirmando que todos los ministros continúan trabajando normalmente. En cuanto a los desarrollos de seguridad, un oficial de seguridad murió mientras intentaba repeler un intento de asalto de un grupo de manifestantes a la sede del gobierno libio en Trípoli. El gobierno explicó en su comunicado que el grupo que intentó asaltar la sede estaba "infiltrado" entre los manifestantes, señalando que este acto constituye una agresión a las instituciones estatales, y advirtió sobre intentos de provocar violencia para avivar la situación. Por otro lado, el primer ministro Abdul Hamid Dbeibah afirmó que su gobierno busca lograr la estabilidad en Libia poniendo fin a las entidades políticas que obstaculizaron la construcción del estado, refiriéndose a la Cámara de Representantes y al Estado. También destacó que el derecho a la manifestación pacífica es una de las conquistas de la revolución de febrero, agradeciendo al Ministerio del Interior por asegurar la protesta. El gobierno emitió un comunicado oficial desmintiendo los rumores sobre la renuncia de los ministros, confirmando que cualquier decisión oficial se comunica solo a través de los canales autorizados. Al mismo tiempo, aseguró que todos los ministros continúan desempeñando sus funciones normalmente. En medio de las protestas populares, el expresidente del Consejo Supremo de Estado, Khalid al-Mishri, consideró al gobierno de Dbeibah ilegítimo políticamente y popularmente, instando a la formación de un gobierno interino para administrar los asuntos del estado hasta la celebración de elecciones generales. Esto se vio acompañado por la renuncia de varios ministros, incluidos los ministros de Gobierno Local y Vivienda, Economía, el viceprimer ministro y el ministro de Salud suspendido, quienes anunciaron su alineación con las demandas del pueblo y su deseo de provocar cambios dentro del gobierno. Mientras las protestas exigiendo la salida del gobierno continuaban en la Plaza de los Mártires en Trípoli, otras voces de la ciudad de Misrata salieron en apoyo al gobierno, pidiendo la celebración de elecciones lo antes posible. En el trasfondo de estos eventos, surgieron informes sobre una reunión a puerta cerrada del Consejo Presidencial que podría emitir un decreto destituyendo al gobierno. Por su parte, la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia emitió un comunicado reafirmando el derecho de los ciudadanos a manifestarse pacíficamente, advirtiendo contra la escalada y la violencia hacia los manifestantes, mientras que la Dar al-Ifta describió las protestas como sospechosas, advirtiendo contra su participación.