En un nuevo desarrollo del caso de la suspensión del artista libanés Ragheb Alama de cantar en Egipto tras un incidente con un beso durante su concierto en la costa norte, Alama anunció ayer sábado a través de su cuenta en la plataforma «X» que ha resuelto la crisis de manera amistosa con el sindicato de profesiones musicales.
Ragheb Alama dijo en su publicación: « Hubo una llamada telefónica entre mí y el presidente Mustafa Kamel que aclaró el malentendido », añadiendo: « Con todas las buenas intenciones, la conversación con el presidente de los músicos fue que esta situación no beneficia a nadie, y no acepto que haya desacuerdo en absoluto. Y quien se atreva a hablar mal del presidente, es como si hablara mal de mí y de mi público personalmente ».
Ragheb confirmó que aprecia al presidente de los músicos como poeta, compositor y cantante, señalando su disposición a visitar el sindicato en cualquier momento, y aclaró: « Nuestro deber es hacer felices a las multitudes, no dividirlas entre rumores y habladurías ».
Terminó su discurso diciendo: « Todos los problemas los consideramos como una nube de verano que pasó entre hermanos ».
Este anuncio llega días después de que el sindicato de músicos en Egipto prohibiera a Ragheb Alama cantar debido a un beso que recibió de una fan en el escenario durante el concierto, lo que generó un amplio debate en el ámbito artístico y entre el público.
Durante una entrevista televisiva en vivo con el presidente de las profesiones musicales Mustafa Kamel, Ragheb Alama dijo que la decisión de prohibirle cantar en Egipto representa una especie de «ejecución» para él, y confirmó que Egipto es su segundo país, expresando su rechazo a esta decisión, y afirmando que el papel del sindicato es proteger a los artistas y no prohibirles.
Señaló la necesidad de investigar a la entidad organizadora del concierto por su negligencia en permitir la entrada de fans al escenario.
Sobre el incidente del beso, Ragheb enfatizó que no es un crimen, y que no hay ninguna ley que impida a un artista recibir abrazos o besos en el escenario, y que no puede impedir que sus admiradores expresen su amor.
Por su parte, Mustafa Kamel expresó su descontento con la escena del beso y los abrazos durante el concierto, describiéndola como «provocativa y ofensiva» para los teatros de Egipto, afirmando que estas conductas no son aceptables en la escena artística egipcia.
Con esta declaración amistosa, parece que la crisis ha llegado a un compromiso que pone fin al debate y devuelve a Ragheb Alama a la escena musical egipcia, tras un período de tensión y críticas.