Israel vivió hoy domingo huelgas y manifestaciones masivas en diversas ciudades, en un raro gesto de protesta destinado a presionar al gobierno para que ponga fin a la guerra en Gaza y libere a los prisioneros retenidos por Hamas.
Los manifestantes bloquearon carreteras principales en Tel Aviv y otras ciudades como Haifa, Jerusalén y Beer Sheva, portando banderas israelíes y banderas amarillas que simbolizan la solidaridad con los prisioneros israelíes.
Las familias de los prisioneros, que han denominado este día como "Día Nacional para Detener las Manifestaciones de la Vida Diaria", pidieron el fin inmediato de las operaciones militares y la reversión de la decisión de ampliar el ataque en la ciudad de Gaza, temiendo que se ponga en peligro la vida de los cincuenta rehenes restantes, ya que se cree que solo 20 de ellos siguen con vida.
Este aumento de tensión se produce en medio de una guerra que entra en su mes 22 sin lograr resultados concretos, a pesar de meses de negociaciones indirectas lideradas por Egipto, Qatar y Estados Unidos para liberar a los prisioneros y poner fin al conflicto.
Al mismo tiempo, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu instó al gabinete de seguridad a tomar la decisión de controlar la ciudad de Gaza y sus barrios residenciales, y el ejército comenzó a implementar los planes de la campaña a pesar de las advertencias y riesgos.
Aún no se descartan por completo las señales de una solución negociada, con continuas comunicaciones exploratorias para relanzar el proceso de negociación, pero hasta ahora no hay indicios de que se reanuden las conversaciones indirectas.
En el ámbito humanitario, Egipto anunció la reanudación de la entrada de camiones de ayuda a Gaza a través del cruce de Rafah, en un intento de aliviar el sufrimiento de la población en medio de la continua escalada militar.
Este día de protesta refleja una creciente frustración dentro de la sociedad israelí por la continuación de la guerra y sus efectos, y presiona fuertemente al gobierno para encontrar una solución urgente a la crisis.