El humo blanco se elevaba desde la chimenea de la Capilla Sixtina en el Vaticano, anunciando al mundo que la Iglesia Católica había elegido a su nuevo Sumo Pontífice: el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost, quien tomó el nombre papal de "León XIV", convirtiéndose así en el primer Papa en la historia de la Iglesia procedente de los Estados Unidos.
Prevost, nacido en Chicago, fue uno de los asistentes más cercanos al difunto Papa Francisco, y es conocido dentro de los pasillos del Vaticano como un hombre conciliador y moderado, con la capacidad de construir puentes entre las corrientes diversas dentro de la Iglesia.
Los cardenales se reunieron en el cónclave secreto y lo eligieron después de solo cuatro rondas de votación, lo que indica un amplio consenso sobre su personalidad y su papel esperado.
En una escena solemne, tras el anuncio del cardenal principal "Habemus Papam" _que significa "Tenemos Papa"_, Prevost se dirigió a la "Sala de las Lágrimas", donde se despojó de la vestimenta cardenalicia y se vistió con la blanca propia del Papa, luego entró en un momento de oración silenciosa antes de asomarse al balcón de la Basílica de San Pedro ante miles de personas reunidas en la plaza, pronunciando su primera palabra y bendiciendo a la ciudad de Roma y al mundo entero.
Prevost sucede al Papa Francisco, quien falleció el pasado 21 de abril a la edad de 88 años, tras un pontificado de 12 años.
Se espera que el nuevo Papa León XIV continúe la línea de su predecesor en acercarse a los marginados y abrirse a todas las facciones de la Iglesia, con un enfoque equilibrado que promueva la unidad en un momento en que el mundo y la Iglesia enfrentan desafíos crecientes.