El Departamento del Tesoro de EE. UU. anunció ayer jueves 7 de agosto, la imposición de un nuevo paquete de sanciones relacionadas con Irán, que apuntaron a 18 individuos y entidades que, según el departamento, están involucrados en redes financieras y tecnológicas que ayudan a Teherán a eludir las sanciones estadounidenses, financiar la represión interna y apoyar al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y a sus agentes en la región.
Las sanciones incluyeron entidades que gestionan redes financieras alternativas, destacando el sistema CIMS desarrollado por la empresa RUNC con el objetivo de eludir el sistema SWIFT global y conectar a Irán directamente con bancos sujetos a sanciones como el Banco Kunlun chino.
También se apuntó al Banco Cyrus, un banco "offshore" secreto establecido en la isla de Kish, que se utiliza para financiar las compras externas del régimen iraní de manera que oculta su conexión con el banco central iraní, según lo publicado por el sitio web del Departamento del Tesoro de EE. UU.
Asimismo, las sanciones incluyeron a la empresa FANAP, vinculada al Banco Pasargad, que se acusa de desarrollar tecnologías de vigilancia utilizadas por la policía iraní para reprimir las protestas internas.
Y de acuerdo con las nuevas sanciones, se congelarán los activos de los individuos y entidades involucradas dentro de los Estados Unidos, con una prohibición total de tratar con ellos.
El Departamento del Tesoro también advirtió a las instituciones financieras internacionales sobre la cooperación con estas partes, para evitar la exposición a sanciones secundarias.
El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Piesen, dijo en un comunicado oficial que su país continuará apuntando a los intentos de Irán de eludir las sanciones, privándolo de acceso a fuentes de financiamiento y cortando sus rutas de armamento, enfatizando que estas medidas tienen como objetivo "proteger al pueblo estadounidense".
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Ismail Baqai, negó lo que describió como "rumores" sobre un acuerdo entre Teherán y Washington sobre la fecha y el lugar para reanudar las negociaciones nucleares.
Dijo en una declaración radial que "las últimas tres o cuatro semanas han visto la difusión de noticias falsas y fabricadas, algunas de las cuales eran provocativas, y se ha demostrado que son infundadas".
Aclaró que la comunicación entre ambas partes sigue existiendo a través de canales diplomáticos indirectos, como la embajada suiza en Teherán y la embajada paquistaní en Washington.
Seis rondas de negociaciones indirectas entre Estados Unidos e Irán mediadas por Omán terminaron este año sin lograr avances en el tema nuclear, tras el estallido de la operación militar israelí contra Irán y los posteriores ataques estadounidenses que apuntaron a instalaciones nucleares dentro del territorio iraní.
Paralelamente, los países de la "troika europea" (Reino Unido, Alemania, Francia) llevaron a cabo negociaciones con Teherán, pero fracasaron en desempeñar el papel de mediador para acercar posturas y llegar a un nuevo acuerdo sobre el programa nuclear iraní.
Estas nuevas sanciones estadounidenses llegan en un momento en que las relaciones entre Teherán y Washington están experimentando una creciente tensión, en medio de débiles indicios sobre la posibilidad de reanudar la vía diplomática entre ambas partes.