Netanyahu responde con firmeza a los líderes europeos y confirma la continuación de las operaciones militares en Gaza.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, envía un mensaje contundente al presidente francés Emmanuel Macron, al primer ministro británico Keir Starmer y al primer ministro canadiense Mark Carney, acusándolos de estar "en el lado equivocado de la justicia y la humanidad" después de condenar lo que describió como "acciones repugnantes" cometidas por su gobierno en la Franja de Gaza. En un comunicado publicado por su oficina, Netanyahu afirmó que los líderes europeos han sido engañados por la propaganda de Hamás, asegurando que las operaciones militares israelíes contra el movimiento continuarán, considerando que las demandas internacionales de rendición de Israel alientan a Hamás a seguir luchando. Netanyahu también afirmó que los informes de las instituciones internacionales sobre la hambruna en Gaza son "falsos", señalando que Israel planea establecer grandes zonas seguras en el sur de Gaza para trasladar a los residentes. Por otro lado, el Reino Unido, Francia y Canadá advirtieron de tomar "medidas concretas" si continúan las operaciones militares israelíes en Gaza, con el Reino Unido suspendiendo sus conversaciones sobre un acuerdo de libre comercio con Israel y la Unión Europea anunciando una revisión del acuerdo de asociación política y económica con Tel Aviv debido a la "grave situación" en Gaza. En el terreno, la población de Gaza sigue sufriendo debido al continuo bloqueo israelí que comenzó en marzo, con la prohibición de acceso a suministros básicos como harina, a pesar de que Israel recientemente aprobó la entrada de menos de 100 camiones de ayuda. Israel acusa a Hamás de apropiarse de los suministros destinados a civiles, mientras que el movimiento lo niega. Las operaciones militares, que comenzaron en respuesta a un ataque de Hamás el 7 de octubre, han resultado en la muerte de alrededor de 1200 israelíes y la retención de 251 rehenes, mientras que las estadísticas de Gaza indican la muerte de más de 53,600 palestinos, con una amplia propagación de la desnutrición y una destrucción generalizada en el sector costero, según informes de organizaciones de ayuda.