En un incidente terrible que revela el lado oscuro de la crisis migratoria;
Las autoridades libias anunciaron el jueves el descubrimiento de 55 cuerpos de migrantes ilegales enterrados bajo la arena en una fosa común en la ciudad de Kufra, al sureste de Libia.
Con esto, el número de fosas descubiertas en una semana se eleva a tres, revelando la magnitud de las atrocidades a las que se enfrentan los migrantes durante sus peligrosos viajes.
Según la Media Luna Roja en Kufra, hasta ahora se han recuperado 11 cuerpos de la fosa común, con la posibilidad de que haya hasta 74 cuerpos. Se cree que esta fosa podría estar cerca de un centro de detención ilegal, donde se cree que las víctimas perdieron la vida al intentar cruzar el desierto libio, que se ha convertido en un terreno fértil para las bandas de tráfico de personas.
Cabe destacar que las autoridades locales han iniciado intensas investigaciones para esclarecer las circunstancias de las muertes, preguntándose si estos migrantes fallecieron a causa del hambre, la sed y el agotamiento después de ser abandonados por los traficantes, o si fueron asesinados por las bandas de tráfico y enterrados para ocultar sus crímenes.
Este descubrimiento espeluznante se produce después del hallazgo de otra fosa común en la región de Ajkhara, al sureste de Libia, que contenía 19 cuerpos, además de la liberación de 76 migrantes ilegales de una banda criminal y la recuperación de 28 cuerpos de una prisión secreta en Kufra, donde eran retenidos por una red de tráfico de personas.
Estos hallazgos horribles ponen de relieve los peligros mortales que enfrentan los migrantes ilegales durante sus travesías a través de Libia en busca de Europa,
y subrayan la necesidad de tomar medidas inmediatas para proteger la vida de estos inocentes que se convierten en víctimas en el comercio de la muerte a través del desierto.