En su primer comentario sobre el trágico incidente que ocurrió en su último concierto anoche en la zona de Porto en la costa norte, el artista egipcio Mohamed Ramadan afirmó que la explosión no fue causada por una bomba, sino que se sospecha que fue el resultado de la explosión de un cilindro de gas utilizado para los fuegos artificiales en el escenario.
Ramadan declaró en una publicación en sus redes sociales: "Dios determinó y hace lo que quiere... No fue una bomba, y actualmente se están llevando a cabo investigaciones por parte de las autoridades. Me aseguré personalmente de que se haya inspeccionado completamente la zona y el escenario para garantizar la seguridad del público y la mía".
Agregó que el incidente probablemente fue un acto del destino, expresando sus condolencias a la familia de Hussam, uno de los miembros del equipo de fuegos artificiales, que falleció como resultado de la explosión, y deseando una pronta recuperación a los heridos.
Los fuegos artificiales cayeron repentinamente sobre el público durante el concierto, lo que resultó en la muerte de un miembro del equipo técnico y en heridas a otros. Testigos presenciales informaron que las ambulancias llegaron rápidamente al lugar del concierto para trasladar a los heridos a hospitales cercanos.
Según los testigos, Mohamed Ramadan canceló el concierto inmediatamente después del incidente, pidiendo al público que abandonara el lugar de manera tranquila y sin aglomeraciones para evitar nuevas lesiones.
El concierto había sido ampliamente promocionado por Ramadan en sus plataformas, describiéndolo como su primer concierto masivo en el verano de 2025, señalando que se había asignado el mayor espacio para conciertos en la historia de la costa norte para este espectáculo, y anunciando que las entradas se habían agotado por completo antes del concierto.
Las autoridades de seguridad continúan investigando para esclarecer las circunstancias del incidente y determinar a los responsables, en medio de una amplia reacción del público y seguidores ante el doloroso incidente que ha ensombrecido el ambiente veraniego.