En un nuevo logro espacial, el telescopio espacial "James Webb" logró detectar un gigante planeta gaseoso fuera del sistema solar, en la primera imagen directa de un planeta de este tipo, lo que representa un gran avance científico que llena una brecha importante en nuestra comprensión del universo.
El planeta descubierto es aproximadamente del tamaño de Saturno, orbita alrededor de una estrella más pequeña que el sol a una distancia de unos 110 años luz de la Tierra, según lo publicado en un reciente estudio en la revista científica "Nature" ayer miércoles.
El equipo de investigación fue liderado por la científica Anne-Marie Lagrange del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) y el Instituto IPAG, quien confirmó que este descubrimiento abre una nueva ventana al mundo de los planetas exteriores, permitiendo una comprensión más profunda de cómo se forman y evolucionan estos sistemas, especialmente en cuanto a masa y distancia entre el planeta y la estrella.
Lagrange añadió que "los métodos de detección indirecta nos han revelado mucho sobre planetas cercanos a sus estrellas, pero los descubrimientos distantes requieren técnicas de imagen directa como las utilizadas por James Webb", señalando que el nuevo planeta se encuentra a una distancia hasta diez veces mayor que la distancia entre la Tierra y el sol, lo que hace que su imagen sea un gran desafío científico que se ha superado con éxito.
Este descubrimiento se considera uno de los logros más destacados de "James Webb" desde su lanzamiento en 2021, donde el telescopio ya ha contribuido a proporcionar datos sin precedentes sobre el origen del universo y la formación de planetas.
Hasta la fecha, se han descubierto cerca de 5900 planetas fuera del sistema solar, la mayoría de ellos a través de métodos indirectos que dependen de medir el ligero oscurecimiento de la luz de la estrella cuando el planeta pasa frente a ella.
Sin embargo, menos del 2% de ellos han sido fotografiados directamente, lo que destaca la importancia de este descubrimiento.
A pesar de que el planeta observado por "Webb" es grande en comparación con los planetas en nuestro sistema solar, se clasifica como el planeta más pequeño que se ha fotografiado directamente hasta la fecha, lo que representa un gran avance en las capacidades de observación espacial modernas.