El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Iraqí, dijo ayer miércoles 7 de agosto que su país apoya a Hezbolá en su rechazo al plan de desarme, afirmando que estos esfuerzos están destinados al fracaso.
Añadió en una entrevista con la televisión estatal iraní que "el intento de desarmar a Hezbolá no es algo nuevo, y los intentos anteriores han fracasado por razones conocidas, siendo la más importante que el armamento de la resistencia ha demostrado su efectividad en los campos de batalla", enfatizando que "Teherán apoya a Hezbolá sin interferir en sus decisiones internas".
Iraqí señaló que "el secretario general de Hezbolá expresó una posición firme, y la última declaración del partido refleja la insistencia de este movimiento en resistir ante las presiones", añadiendo que "la reorganización de las filas del partido confirma su preparación, y que posee los recursos suficientes para defenderse".
Aclaró que la decisión final sobre cómo actuar en la próxima etapa corresponde únicamente a Hezbolá, y que Irán, a pesar de su apoyo total, no interfiere en sus opciones.
Describió cualquier intento de desarmar al partido como "un gran pecado", afirmando que tales acciones solo llevarán a más tensiones en la región.
Hezbolá había emitido una declaración más temprano hoy, rechazando de manera contundente la decisión del gobierno libanés de encargar al ejército la elaboración de un plan para restringir las armas en manos del estado antes de fin de año, considerando que esta decisión fue resultado de "imposiciones directas del enviado estadounidense Tom Barrack", según expresa la declaración.
También describió la decisión como "contraria a la declaración ministerial, y representa una anulación de la soberanía nacional y un mandato abierto a Israel".
El partido confirmó en su declaración que tratará la decisión como si no existiera, añadiendo que la retirada de los ministros de Hezbolá y el Movimiento Amal de la sesión del gobierno fue una clara expresión de rechazo total a lo que se aprobó.
Cabe recordar que el gobierno libanés había celebrado una sesión calificada de histórica ayer, en la que al final anunció la encomienda al ejército de elaborar un plan para aplicar la restricción de las armas en manos de las fuerzas legítimas antes de fin de año, y que este plan debe presentarse a finales de agosto de este año.
El secretario general de Hezbolá, Naim Qassem, había anticipado la declaración gubernamental afirmando que el partido no aceptará ningún cronograma para el desarme, instando al estado libanés a centrarse en elaborar planes para enfrentar las amenazas y presiones y asegurar la protección del país, según sus palabras.