Negociaciones energéticas.. una nueva carta de presión en la guerra de Ucrania

Las fuentes indican que se está discutiendo el regreso de Exxon Mobil al proyecto Sakhalin-1 de petróleo y gas en Rusia, así como la posibilidad de suministrar a Rusia equipos estadounidenses para proyectos de gas natural licuado. Estas discusiones se producen en un momento en que Rusia enfrenta un aislamiento internacional en el sector energético debido a las sanciones occidentales impuestas desde febrero de 2022.
Es evidente que la Casa Blanca está buscando escenarios que permitan avanzar en el expediente de paz mientras se mantienen los intereses económicos. Sin embargo, este enfoque enfrenta grandes desafíos, especialmente con la insistencia de la Unión Europea en un plan para eliminar por completo las importaciones de gas ruso para 2027.
Es notable que estas conversaciones se realicen por separado de los socios europeos, lo que plantea preguntas sobre la cohesión de la posición occidental. Mientras Washington busca acuerdos bilaterales, Bruselas sigue comprometida con el camino de las sanciones y el apoyo total a Ucrania.
El momento también es interesante, ya que se emitió un decreto presidencial ruso el día de la cumbre de Alaska que podría permitir a los inversores extranjeros recuperar sus participaciones en proyectos energéticos, pero condicionándolo a la eliminación de las sanciones. Este paso parece un intento de jugar con las posibles divisiones en la posición occidental.
Estas discusiones permanecen en el ámbito de las posibilidades inciertas. La guerra en Ucrania continúa, las sanciones no se han levantado y la posición europea sigue siendo rígida. Cualquier avance real requerirá más que simples acuerdos energéticos, sino una verdadera voluntad política para poner fin al conflicto.