Con el inicio de la temporada turística de verano en Líbano, la crisis de los desechos ha vuelto a surgir, esta vez desde el corazón de la capital, Beirut, donde sus calles se han llenado de montones de basura, en una escena que recuerda la famosa crisis de 2015.
Se han difundido a través de las redes sociales imágenes que muestran la gran acumulación de basura en los barrios de Beirut, lo que ha llevado a muchos libaneses a lanzar llamamientos de indignación y burla en la plataforma "X", preguntándose si esta es la imagen con la que el gobierno da la bienvenida a turistas y expatriados.
"¡Venid con vuestras mascarillas!"
Los comentarios fueron contundentes; algunos instaron a los visitantes a traer mascarillas, mientras que otros se burlaron de que las autoridades estén asfaltando las entradas al aeropuerto mientras la basura llena la ciudad, considerándolo una "falsificación de la realidad" en lugar de abordar las raíces del problema.
En respuesta a la ira popular, el alcalde de Beirut, Ibrahim Zeidan, convocó una reunión de emergencia con los responsables de la empresa "Ramco", encargada de la recolección de basura, en presencia del director de operaciones de la Guardia Municipal.
Luego realizó una inspección en las áreas afectadas, tras lo cual la empresa comenzó a retirar los desechos acumulados.
Esta crisis ambiental coincide con grandes expectativas para una temporada turística prometedora, especialmente después de un año marcado por una gran tensión entre Israel y Hezbollah el verano pasado, lo que afectó al sector turístico.
Las expectativas positivas aumentaron con la eliminación de la prohibición de viajar a Líbano por parte de varios países del Golfo, lo que ha renovado la esperanza de una recuperación económica parcial en medio de la aguda crisis financiera que azota al país desde 2019.