El ejército israelí anunció ayer viernes la realización de un ataque aéreo que tuvo como objetivo el sur del Líbano y que resultó en la muerte de Mohammad Hamza Shahada, un destacado líder de Hezbolá y jefe del servicio de inteligencia de las fuerzas "al-Ridwan", la unidad de élite del partido.
Un comunicado del ejército indicó que el ataque se llevó a cabo ayer por la mañana mediante un avión de la fuerza aérea israelí, y tuvo como objetivo un vehículo en el que viajaba Shahada en la zona de Adlun, en la provincia de Nabatiyeh.
El comunicado aclaró que Shahada desempeñó un papel crucial durante los recientes enfrentamientos entre Hezbolá e Israel, ya que supervisó el aumento de la preparación de combate y operativa de las fuerzas "al-Ridwan".
El ejército israelí acusó a Shahada de violar los acuerdos de alto el fuego entre Israel y Líbano a través de sus actividades de inteligencia y operaciones, señalando que su asesinato forma parte de una campaña más amplia destinada a socavar la infraestructura militar de Hezbolá en Líbano.
Por su parte, el Ministerio de Salud libanés confirmó la muerte de una persona en el ataque que tuvo como objetivo un vehículo del tipo "Rapid" en la carretera que conecta las ciudades de Sidón y Tiro, según informó la agencia nacional de noticias.
Los usuarios de las redes sociales compartieron imágenes y comunicados de duelo emitidos por Hezbolá que confirman la muerte de uno de sus miembros en el ataque israelí.
Este desarrollo se produce menos de 24 horas después de una serie de ataques aéreos israelíes que afectaron áreas en el este del Líbano, causando siete muertos, entre ellos seis en un solo ataque aéreo que tuvo como objetivo la carretera del cruce, que conduce al principal paso fronterizo con Siria.
A pesar de la vigencia del acuerdo de alto el fuego, Israel continúa llevando a cabo operaciones militares dentro del territorio libanés, enfocándose en sitios e instalaciones pertenecientes a Hezbolá, incluidos almacenes de armas y centros de mando en el terreno, en medio de amenazas de ampliar el alcance de los ataques a menos que se desarme al partido.
En este contexto, el gobierno libanés encargó el pasado martes al ejército la elaboración de un plan integral para desarmar a Hezbolá, estableciendo el final de este año como fecha límite para su implementación, una medida que Hezbolá rechaza categóricamente, considerando que favorece al "enemigo israelí".
Fuentes estadounidenses bien informadas describen la situación en Líbano como "extremadamente sensible", elogiando lo que califican como "grandes pasos" que está tomando el gobierno libanés en un intento de contener la escalada.