El Departamento de Defensa de EE. UU. (el Pentágono) anunció ayer viernes que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, emitió directrices para armar a las fuerzas de la Guardia Nacional desplegadas en las calles de la capital, Washington, en un paso escalonado dentro de una amplia campaña de seguridad apoyada por el presidente estadounidense Donald Trump.
Esta decisión llega en un momento en que el centro de la capital estadounidense experimenta una intensa presencia de las fuerzas de la Guardia Nacional, que cuenta con aproximadamente 2000 miembros, entre ellos cientos que llegaron esta semana de estados gobernados por republicanos, en respuesta a una solicitud directa del presidente Trump.
El inicio fue la convocatoria de 800 soldados de la Guardia Nacional del Distrito de Columbia, para ayudar en la aplicación de la ley federal, en el marco de un esfuerzo presidencial para combatir el crimen y reducir el número de personas sin hogar en la capital.
Según el comunicado emitido por el Pentágono, los miembros de la Guardia Nacional que anteriormente no portaban armas, ahora se les permitirá llevar sus armas oficiales durante el desempeño de sus funciones, después de que su enfoque principal hasta ahora había sido asegurar los principales puntos de interés de la ciudad, como el parque "National Mall", la estación "Union Station", además de ayudar a controlar las multitudes y proteger edificios históricos y museos.
La decisión llega en medio de una creciente tensión en el panorama político y de seguridad, coincidiendo con la nueva campaña federal lanzada por Trump bajo el lema "Recuperar la seguridad", que anunció el viernes que se expandirá para incluir las ciudades de Chicago y Nueva York.
Trump declaró en una conferencia de prensa desde la Casa Blanca: "Haremos que nuestras ciudades sean extremadamente seguras. Creo que Chicago será la siguiente, luego ayudaremos en Nueva York".
Cabe mencionar que esta campaña ha suscitado un amplio debate en los círculos políticos y de derechos humanos, especialmente con el aumento de la discusión sobre la intervención en las competencias de los gobiernos locales y la transformación de la capital federal en una zona de carácter militar.
Hasta ahora, no se han revelado detalles adicionales sobre la naturaleza de las nuevas tareas que se asignarán a las fuerzas armadas, ni el tiempo estimado para este despliegue intensivo.