"Adel al-Jubeir" en una misión de paz entre India y Pakistán en medio de crecientes tensiones.
May 9, 2025127 VisitasTiempo de lectura: 2 minutos
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En un paso diplomático destacado en medio de la creciente tensión entre India y Pakistán, el Ministro de Estado de Asuntos Exteriores de Arabia Saudita, Adel al-Jubeir, llegó a la capital pakistaní, Islamabad, solo un día después de concluir su visita a la India, en un claro esfuerzo saudí por contener la crisis explosiva entre los dos vecinos nucleares. La visita llega en un momento delicado, después de días de intensificación de los enfrentamientos militares y el intercambio de disparos a lo largo de la línea de control que separa a ambos países, en medio de una creciente preocupación internacional por la posibilidad de que la situación se deslice hacia un conflicto más amplio. Riyadh ha expresado en comunicados oficiales su profunda preocupación por la continuación de la tensión y el intercambio de disparos fronterizos, instando a la contención y a la resolución de las disputas de manera pacífica, y a comprometerse con los principios de buena vecindad. La capital saudí ha subrayado la importancia de mantener la estabilidad en el sur de Asia para salvaguardar los intereses de los pueblos de la región. En medio de estos esfuerzos, el Ministro de Relaciones Exteriores saudí, el Príncipe Faisal bin Farhan, mantuvo conversaciones telefónicas con sus homólogos indio y pakistaní para discutir el desarrollo de la crisis y formas de contenerla, tras el ataque mortal del pasado martes en la zona turística de Pulwama en Cachemira india, que resultó en varias víctimas y encendió la chispa de la escalada militar mutua. Los países han intercambiado acusaciones en los últimos días sobre el uso de drones y bombardeos, en una de las olas de violencia más intensas en décadas. Mientras Pakistán ha advertido que la "histeria belicista" en la India coloca a la región al borde de un conflicto catastrófico, el Ministro de Relaciones Exteriores indio ha afirmado que su país no busca la escalada, pero responderá con fuerza a cualquier ataque contra su territorio. Las preocupaciones aumentan sobre la posibilidad de que los enfrentamientos se conviertan en una guerra abierta entre dos potencias nucleares, lo que ha llevado al Reino a intensificar los esfuerzos de mediación diplomática con la esperanza de calmar la tormenta antes de que se salga de control.