Un fuerte terremoto de 6.1 grados en la escala de Richter golpeó anoche, domingo, la región de Sındırgı en la provincia de Balıkesir, en el oeste de Turquía, según anunció la Agencia de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía (AFAD) en un comunicado oficial.
El terremoto ocurrió a las 19:53 hora local (16:53 GMT), a una profundidad de 11 kilómetros bajo la superficie, y fue sentido por los residentes de muchas ciudades del oeste, especialmente en Estambul y Esmirna, lo que generó preocupación entre los ciudadanos, a pesar de que hasta ahora no se han reportado pérdidas humanas.
En su primer comentario oficial, el Ministro del Interior turco, Ali Yerlikaya, dijo a través de su cuenta en la plataforma "X" (anteriormente Twitter):
"Todos los equipos de gestión de desastres y emergencias y las instituciones estatales pertinentes comenzaron de inmediato las operaciones de evaluación y búsqueda en el terreno, y hasta ahora no se han recibido informes sobre pérdidas de vidas o daños significativos, y deseamos la seguridad de todos los ciudadanos".
Sin embargo, a pesar de esta declaración tranquilizadora, videos transmitidos por medios de comunicación turcos mostraron el colapso de varios edificios en algunas áreas de la provincia de Balıkesir, en medio de informes no confirmados sobre daños materiales limitados.
También se registró una réplica de 4.6 grados pocos minutos después del terremoto principal, lo que aumentó la expectativa en la región.
Por su parte, el Centro de Investigación Alemán para Ciencias de la Tierra (GFZ) confirmó que el terremoto tuvo una magnitud de 6.19 grados y ocurrió a una profundidad de 10 kilómetros, coincidiendo casi exactamente con lo que anunciaron las autoridades turcas.
* Turquía en la línea de fuego de los terremotos
Turquía ha estado experimentando una notable actividad sísmica en los últimos días, con más de 400 temblores registrados en solo una semana, algunos de los cuales fueron sentidos por los residentes, en una escena que recuerda la gran catástrofe que golpeó al país en febrero de 2023, que resultó en la muerte de más de 53,000 personas y una amplia destrucción que afectó a la ciudad de Antakya y varias áreas en el sureste del país.
Otro terremoto de 5.8 grados golpeó el suroeste del país en junio pasado, resultando en la muerte de una niña y heridas a 69 personas, lo que refleja la fragilidad de la situación geológica en Turquía, que se encuentra sobre dos fallas sísmicas activas.
A la espera de más evaluaciones e informes oficiales en las próximas horas, los equipos de "AFAD" continúan su trabajo en Estambul y las provincias vecinas, en medio de llamados oficiales y populares a estar preparados y en alerta ante cualquier eventualidad.