La ciudad de El Fasher, en la región de Darfur, al oeste de Sudán, fue escenario ayer sábado de una ola de violencia devastadora tras un bombardeo de artillería llevado a cabo por las fuerzas de apoyo rápido, que resultó en la muerte de 17 personas y 25 heridas, según fuentes médicas locales.
El fuente, que prefirió no revelar su identidad, confirmó que "el número de muertos que fueron trasladados al hospital fue de 17, además de 25 heridos, mientras que algunas familias enterraron a sus muertos en sus hogares sin acudir a los hospitales debido a la deteriorada situación de seguridad", según informó la agencia de noticias AFP.
Al mismo tiempo, el campamento de Abu Shouk para desplazados al norte de El Fasher también fue objeto de un bombardeo de artillería similar por parte de las fuerzas de apoyo rápido, según lo informado por la "Sala de Emergencias del Campamento Abu Shouk", que confirmó la caída de varios muertos, sin revelar cifras exactas.
Estos ataques ocurren en medio del continuo asedio de las fuerzas de apoyo rápido a la ciudad de El Fasher y sus campamentos circundantes desde mayo de 2024, con un aumento en la intensidad de los bombardeos tras la recuperación del control de la capital Jartum y varias otras ciudades por parte del ejército sudanés en los últimos meses.
No solo las consecuencias de este conflicto se limitan a las pérdidas humanas, sino que también han provocado oleadas de desplazamiento masivo, especialmente del campamento de Zamzam, que albergaba a cientos de miles de desplazados, donde los recientes ataques han obligado a los residentes del campamento a huir y abandonar sus hogares.
Este bombardeo se produce en el contexto de una guerra devastadora que estalló en Sudán desde mediados de abril de 2023, que ha dejado decenas de miles de muertos y millones de desplazados, en medio de una grave crisis humanitaria alimentaria y un brote catastrófico de cólera, el peor en años.