En nuevas declaraciones, el asistente del presidente iraní, Mohammad Reza Aref, renovó ayer, martes 5 de agosto, la acusación de Teherán a Estados Unidos de ser la principal causa del fracaso de las negociaciones nucleares que comenzaron entre los dos países hace varios meses.
Durante la conferencia de países en desarrollo sin salida al mar en Turkmenistán, Aref dijo que algunos países, en lugar de condenar los ataques israelíes a Irán, brindaron apoyo directo al "entidad sionista", lo que multiplica las crisis en la región.
Agregó que Washington apoyó estos ataques y "intervino directamente en el golpe a las instalaciones nucleares pacíficas de Irán", en referencia a la focalización de las instalaciones durante la guerra de junio pasado que duró 12 días entre Irán e Israel, en la que participó Estados Unidos.
Aref confirmó que Estados Unidos fue quien destruyó la "mesa de negociaciones" en el momento en que se organizaba la sexta ronda de conversaciones nucleares mediadas por Omán, lo que reforzó la desconfianza global en los compromisos de Washington.
Por su parte, el asistente del ministro de Relaciones Exteriores iraní, Saeed Khatibzadeh, enfatizó hace unos días que Teherán no tiene prisa por entrar en ningún tipo de interacción o negociación indirecta con Washington, en medio de las continuas y agudas diferencias entre ambas partes.
Irán y Estados Unidos habían llevado a cabo cinco rondas de negociaciones nucleares mediadas por Omán, pero se detuvieron tras el aumento del conflicto entre Irán e Israel.
Las principales diferencias giran en torno a la demanda de Washington de que Irán detenga por completo el enriquecimiento de uranio a nivel local, una condición que Teherán rechaza firmemente.
Estos desarrollos reflejan la complejidad del panorama nuclear iraní, donde la política regional se entrelaza con intereses internacionales en conflicto, en medio de una tensión continua que amenaza las oportunidades de regresar a la mesa de diálogo.