La coordinación hídrica entre Siria, Irak y Turquía: una oportunidad histórica para resolver la crisis del río Éufrates

El río Éufrates, que nace en Turquía y atraviesa Siria e Irak, ha sido siempre una fuente de tensión entre los tres países debido a las represas turcas (como la represa Atatürk) que han reducido el flujo de agua hacia los dos países del sur.
Acuerdos desiguales (1987 y 1989) que no respetaron adecuadamente las cuotas de Irak y Siria. Y la polarización política previa entre los gobiernos de Bagdad y Damasco, que obstaculizó cualquier coordinación efectiva.
Las conversaciones actuales incluyen la revitalización de los acuerdos antiguos y la discusión de la aplicación de los acuerdos de 1987 y 1989 con modificaciones que se ajusten a la situación actual. Y establecer mecanismos de monitoreo conjuntos donde se formarán equipos técnicos para medir el flujo de agua en la estación de Jarablus en la frontera sirio-turca. Y actualizar los dispositivos de monitoreo para garantizar la transparencia en la distribución de las cuotas.
Este acuerdo llega en un momento en que el mapa político ha cambiado, ya que la caída del régimen de Assad en 2024 abrió una nueva puerta a las relaciones sirio-irakí, especialmente con la cercanía de los nuevos gobiernos. Y las presiones económicas y la creciente sequía en Irak y Siria hacen que el agua sea una prioridad máxima.
Si las tres partes llegan a un acuerdo consensuado, esto podría constituir un modelo para la integración regional en otros temas. Las conversaciones actuales representan una oportunidad dorada para superar décadas de conflicto por los recursos hídricos. Si tienen éxito, podrían transformar la dinámica de las relaciones entre los tres países.