La administración del presidente estadounidense Donald Trump ha anunciado su aprobación para un nuevo acuerdo de armas para Ucrania por un valor de aproximadamente 825 millones de dólares, en un paso destinado a fortalecer las capacidades defensivas de Kiev frente a la escalada rusa, en medio de los esfuerzos estadounidenses por llegar a un acuerdo pacífico para el conflicto que dura tres años entre Moscú y Kiev.
El Departamento de Estado de EE. UU., en un comunicado oficial emitido ayer jueves, informó que notificó al Congreso estadounidense su intención de seguir adelante con la venta de misiles de largo alcance y equipos de navegación avanzados a Ucrania, dentro de un acuerdo que incluye 3350 misiles del tipo ERAM (misiles de ataque de largo alcance) y 3350 unidades GPS (sistema de posicionamiento global), además de piezas de repuesto, accesorios técnicos, programas de entrenamiento y mantenimiento y soporte técnico.
* Apoyo internacional y financiamiento conjunto
El departamento aclaró que Kiev financiará el acuerdo a través de apoyo militar directo de Estados Unidos bajo el programa de financiamiento militar extranjero, además de contribuciones de socios de la OTAN, específicamente Dinamarca, Países Bajos y Noruega.
El Departamento de Estado de EE. UU. confirmó que "este acuerdo contribuirá a apoyar los objetivos de la política exterior y la seguridad nacional de Estados Unidos al fortalecer la seguridad de un aliado y socio que representa un elemento clave en la estabilidad política y el avance económico de Europa".
* La escalada rusa continúa a pesar de los intentos de desescalada
El anuncio del acuerdo se produce en medio de una escalada rusa continua de ataques en territorio ucraniano, a pesar de una reunión entre el presidente Donald Trump y su homólogo ruso Vladimir Putin en el estado de Alaska a principios de agosto, en un intento fallido de presionar hacia un acuerdo negociado que ponga fin al conflicto que dura desde 2022.
El nuevo acuerdo refleja un cambio claro en la estrategia de Washington, que parece estar inclinándose hacia el fortalecimiento de las capacidades militares de Ucrania, en un momento en que parece que las vías de negociación política han llegado a un callejón sin salida.