En repetidas ocasiones, el Reino Unido y Francia han intentado convencer al presidente estadounidense Donald Trump de brindar apoyo aéreo a las fuerzas europeas que participan en la guerra junto a Ucrania contra su enemigo, Rusia. Últimamente, las demandas europeas a los estadounidenses no se limitan al apoyo aéreo, sino que también incluyen la necesidad de contribuir en la vigilancia de las fronteras y proporcionar información de inteligencia. Sin embargo, recientemente se ha revelado que Trump ha decepcionado todos esos esfuerzos europeos.
Según informó la agencia Bloomberg, las solicitudes de sistemas de defensa aérea estadounidenses para respaldar el plan de seguridad propuesto por Gran Bretaña y Francia en Ucrania, con el fin de garantizar que Rusia no viole ningún futuro acuerdo de alto el fuego, han sido rechazadas de manera categórica por el presidente Trump.
La agencia señala que, mientras el primer ministro británico, Keir Starmer, insiste en este plan, los aliados europeos concluyeron durante sus discusiones con sus contrapartes estadounidenses que el presidente Donald Trump no proporcionará las garantías que buscaban para respaldar la "alianza de voluntarios" liderada por Europa.
Este rechazo estadounidense revela las diferencias entre los aliados occidentales sobre cómo lidiar con el lado ruso en Ucrania, mientras que funcionarios europeos afirman que las garantías estadounidenses son necesarias junto con una fuerte fuerza ucraniana respaldada por entrenamiento y tropas aliadas para disuadir a Rusia.
Starmer declaró en febrero pasado: "Debe haber apoyo estadounidense", y consideró que "la garantía de seguridad estadounidense es la única forma efectiva de disuadir a Rusia de atacar nuevamente a Ucrania".