Los presidentes coreano y estadounidense acuerdan trabajar para llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes sobre los aranceles aduaneros.
June 7, 20253 VisitasTiempo de lectura: 2 minutos
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Durante la primera llamada telefónica entre ellos desde que el presidente de Corea del Sur asumió su cargo el 4 de junio, la oficina presidencial en Seúl informó el viernes que el presidente Moon Jae-in y el presidente estadounidense Donald Trump acordaron trabajar para llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes sobre los aranceles estadounidenses a las importaciones estadounidenses. La portavoz de la oficina presidencial, Kang Yu-jung, dijo en una conferencia de prensa escrita que durante la llamada telefónica que duró unos 20 minutos la noche del 6 de junio, Trump felicitó a Moon por su victoria en las elecciones presidenciales, y destacó la importancia de la alianza entre ambos países, que sigue siendo la base de la política exterior de Corea del Sur. Kang declaró que los presidentes acordaron trabajar rápidamente para llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes en las negociaciones arancelarias en curso entre Seúl y Washington, y agregó que para lograr este objetivo, acordaron fomentar resultados tangibles en las conversaciones a nivel operativo. La portavoz señaló que Trump invitó al presidente Moon a visitar Estados Unidos, a lo que Moon expresó su esperanza de que los aliados se reúnan con frecuencia para consultas. Los presidentes acordaron celebrar una reunión directa en la próxima oportunidad posible, ya sea en el margen de un foro multilateral o a través de visitas bilaterales para discutir más a fondo el fortalecimiento de la alianza entre Corea del Sur y Estados Unidos, según la oficina presidencial. Durante las conversaciones, Moon y Trump compartieron historias personales de sus campañas electorales, incluidos los desafíos políticos y las amenazas de asesinato que enfrentaron, según la oficina presidencial. También acordaron organizar una partida de golf juntos cuando sus agendas lo permitan. La oficina presidencial describió las conversaciones como amistosas e informales, y agregó que ayudaron a sentar las bases para más discusiones sobre cuestiones bilaterales y contribuyeron a construir la confianza y el entendimiento entre los presidentes.