El presidente Donald Trump firmó hoy lunes una orden ejecutiva que pone fin al marco legal de las sanciones estadounidenses impuestas a Siria, que originalmente tenían como objetivo castigar al régimen de Bashar al-Assad, pero con el tiempo se convirtieron en un obstáculo para la recuperación del país después de años de guerra y destrucción.
La orden ejecutiva entra en vigor a partir del martes, cancelando la declaración de emergencia nacional sobre Siria emitida en 2004, junto con otras cinco órdenes ejecutivas que formaron la base de las sanciones estadounidenses contra Damasco, según informó el sitio "Al Monitor".
Esta decisión llega después de que Trump anunciara el 13 de mayo pasado su intención de levantar todas las sanciones, tras reunirse con el presidente sirio Bashar al-Assad, en presencia del príncipe heredero saudí, en una clara señal de un cambio radical en la postura de Washington hacia el estado sirio.
El enviado especial de Estados Unidos a Siria, Thomas Barak, afirmó que la orden ejecutiva representa "una oportunidad integral para reactivar la economía siria", añadiendo: "El presidente y el secretario de Estado no buscan construir un estado, sino que están brindando a los sirios una nueva oportunidad".
No obstante, las sanciones siguen vigentes para Bashar al-Assad y sus allegados, así como para las personas involucradas en violaciones de derechos humanos, terrorismo o tráfico de drogas, y no se ha levantado la designación de Siria como estado patrocinador del terrorismo impuesta en 1979, con una revisión continua de esta designación por parte de la administración estadounidense.
En un contexto relacionado, la Ley César para la Protección de los Civiles Sirios sigue en vigor, la cual impuso amplias sanciones financieras al régimen de Assad.
Sin embargo, la administración Trump recientemente otorgó una exención de seis meses de la ley, con una licencia general que permite realizar transacciones anteriormente prohibidas, incluido el trato con el banco central sirio y las instituciones gubernamentales.
Algunos observadores creen que la revocación de la Ley César podría lograrse mediante una enmienda a la Ley de Autorización de Defensa Nacional de Estados Unidos antes de fin de año, después de que miembros de ambos partidos presentaran un proyecto de ley al respecto en el Congreso.