El presidente estadounidense Donald Trump llegó ayer viernes 25 de julio por la noche al aeropuerto de Prestwick cerca de Glasgow, en una visita que combina trabajo y ocio durante el fin de semana.
Una vez que el avión presidencial aterrizó, Trump se dirigió directamente al famoso resort de golf Turnberry, propiedad de su familia, en medio de medidas de seguridad excepcionales preparadas por la policía escocesa ante la expectativa de protestas en varias áreas como Edimburgo y Aberdeen.
A pesar de que la agenda de Trump para el sábado y el domingo no incluía compromisos oficiales, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció una reunión programada con él el domingo en Escocia, en un intento por llegar a un acuerdo sobre aranceles entre Estados Unidos y la Unión Europea.
Se espera que Trump también se reúna con el primer ministro británico Keir Starmer en un encuentro del que aún no se han revelado detalles, en medio de tensiones sobre el tema de los aranceles.
En mayo pasado, Washington y Londres anunciaron un acuerdo comercial, pero Gran Bretaña aún espera confirmaciones de Trump, quien al llegar afirmó que "es hora de celebrar" el acuerdo, confirmando que discutirá con Starmer "otros asuntos", aunque señaló que las exenciones permanentes de aranceles al acero y aluminio no serían posibles a menos que se apliquen a todos.
En el ámbito político, se espera que la guerra en Gaza sea discutida durante la reunión entre Trump y Starmer, en medio de crecientes llamados dentro del Parlamento británico para reconocer a Palestina, en medio de posturas divergentes sobre el tema.
Entre los temas candentes que surgieron durante la llegada de Trump a Escocia, surgió el caso del empresario Jeffrey Epstein acusado de crímenes sexuales, donde Trump negó saber que su nombre estaba en los archivos judiciales que presentaron cargos contra Epstein en 2019.
Esto se produce en medio de críticas de partidarios de Trump sobre la falta de transparencia, así como el Wall Street Journal fue privado de un asiento de sus corresponsales en el avión presidencial en el viaje.
En cuanto al tema de la inmigración, Trump instó a los países europeos a regularizar su situación y calificó la llegada de inmigrantes ilegales como una "invasión terrible", elogiando las políticas de deportación de inmigrantes que sigue en Estados Unidos.
Cabe mencionar que Trump regresará al Reino Unido en septiembre próximo en una visita de estado por invitación del Rey Charles III, en un ambiente que se espera sea más cordial.