Funcionarios estadounidenses e israelíes han revelado que el presidente estadounidense Donald Trump no se opone al plan del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu para llevar a cabo una operación militar ampliada destinada a la ocupación total de la Franja de Gaza, a pesar de las advertencias internacionales y las objeciones dentro de la institución militar israelí.
Y según el sitio "Axios", el gabinete de seguridad israelí votará hoy jueves sobre la aprobación final del plan, que incluye una expansión de la guerra de manera sin precedentes, en un momento en que Trump ha decidido no intervenir y dejar la decisión al gobierno israelí.
El nuevo plan apunta a áreas adicionales en el centro de la franja, y se espera que dure varios meses, pudiendo llevar al desplazamiento de alrededor de un millón de civiles palestinos.
También incluye movimientos militares en áreas donde se cree que hay rehenes, lo que genera preocupaciones sobre el riesgo a sus vidas.
Al mismo tiempo, Netanyahu enfrenta una gran presión internacional para detener los combates, además de objeciones internas de altos líderes del ejército israelí, encabezados por el jefe de personal, el general Eyal Zamir, quien advirtió que la operación podría resultar en grandes pérdidas entre los soldados y llevar a un gobierno militar israelí directo en Gaza.
Fuentes estadounidenses han informado que Trump se sintió afectado por un video publicado por Hamas que muestra a uno de los rehenes siendo obligado a cavar su propia tumba, lo que lo llevó a adoptar una postura que permite a Israel actuar con libertad sin intervención estadounidense.
Sin embargo, las fuentes confirmaron que la administración Trump no apoya los planes de Israel para anexar ninguna parte de la Franja de Gaza.
El ejército israelí muestra una clara reticencia a llevar a cabo el ataque total por temor a que los rehenes puedan morir accidentalmente, y el general Zamir señaló que tal paso podría resultar en desastres humanitarios y militares a largo plazo.
En el ámbito humanitario, la administración Trump centra sus esfuerzos en abordar la crisis de hambre en Gaza, a pesar de la dificultad de implementar un plan de ayuda efectivo en medio del aumento de las operaciones militares.
La administración planea aumentar la financiación de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) para establecer nuevos centros de ayuda para los desplazados palestinos, mientras que el embajador estadounidense en Israel, Mike Huckabee, anunció que Washington duplicará el número de centros de ayuda del Fondo de Población de las Naciones Unidas de 4 a 16 centros.
Por su parte, las organizaciones de ayuda y las Naciones Unidas han instado a Trump a presionar a Israel para reabrir las vías anteriores para la entrada de ayuda humanitaria, que Israel ha cerrado casi por completo, advirtiendo que las nuevas soluciones no compensan las vías de ayuda tradicionales que son necesarias en medio de las condiciones catastróficas en la franja.