En un movimiento que refleja el aumento de las tensiones económicas entre las potencias mundiales, el presidente estadounidense Donald Trump anunció que Estados Unidos está cerca de alcanzar un acuerdo comercial con China, al mismo tiempo que confirmó que su país impondrá aranceles directos a la mayoría de los países del mundo.
Los comentarios de Trump se produjeron durante su participación en un evento sobre inteligencia artificial celebrado en la capital estadounidense, Washington, donde también señaló que su país está llevando a cabo negociaciones comerciales serias con la Unión Europea, indicando que los aranceles a Europa podrían reducirse si la Unión abre sus mercados a empresas estadounidenses.
Por su parte, China anunció anteriormente ayer que busca fortalecer la cooperación con Estados Unidos durante las próximas negociaciones comerciales la próxima semana en Estocolmo.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Geng Shuang, afirmó que Beijing cree en la importancia de resolver cuestiones económicas y comerciales a través del diálogo y en pie de igualdad, contribuyendo a mantener un entorno de cooperación internacional estable.
China también confirmó que el viceprimer ministro chino viajará la próxima semana a la capital sueca para participar en las conversaciones comerciales con el lado estadounidense.
Este avance se produce después de que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, anunciara que se reunirá con su homólogo chino en Estocolmo el próximo lunes y martes como parte de una tercera ronda de negociaciones de alto nivel.
Mnuchin explicó en declaraciones a la red "Fox Business" que la reunión tiene como objetivo discutir la extensión de la fecha límite prevista a mediados de agosto, que podría ver la reintroducción de niveles más altos de aranceles.
También señaló el deseo de Washington de discutir temas más amplios, incluidas las compras chinas de petróleo iraní y ruso.
Estados Unidos y China intercambiaron aranceles crecientes sobre sus exportaciones a principios de este año, lo que llevó a una congelación del comercio entre las dos economías más grandes del mundo. Sin embargo, reuniones entre altos funcionarios de ambos lados en Ginebra en mayo, seguidas de otras reuniones en Londres en junio, resultaron en un acuerdo preliminar para reducir los aranceles con el objetivo de calmar las tensiones.
Las próximas negociaciones en Estocolmo representan un nuevo intento de ambas partes para romper el estancamiento comercial y lograr un avance que ponga fin a un conflicto que ha durado meses, en medio de una expectativa mundial por los resultados de esta ronda y su impacto en el futuro de las relaciones económicas entre Washington y Beijing.