El embajador estadounidense en Panamá niega la existencia de bases militares permanentes según el nuevo acuerdo.

El nuevo embajador de Estados Unidos en Panamá, Kevin K. Sullivan, confirmó que el acuerdo firmado entre Washington y Panamá el pasado abril no incluye la creación de bases militares permanentes en el país, refutando así las afirmaciones de algunas organizaciones locales.
Esto se dio durante una conferencia de prensa celebrada por Sullivan el jueves 8 de mayo desde su residencia, donde afirmó: "La cuestión de establecer bases militares no se menciona en ningún lugar del acuerdo", según la Agencia de Prensa Francesa.
El embajador explicó que el acuerdo permite a Estados Unidos utilizar tres bases aéreas y navales en Panamá para "entrenamiento", "maneuvers" y otras actividades durante tres años renovables, reforzando la cooperación bilateral en la lucha contra el tráfico de drogas y protegiendo el Canal de Panamá.
Por su parte, el presidente panameño, José Raúl Mulino, defendió el acuerdo durante su rueda de prensa semanal, afirmando: "Este acuerdo no incluye, como hemos dicho repetidamente, ninguna forma de bases militares explícitas o implícitas", añadiendo: "No hay abandono de territorios... ellos están mintiendo".
Sin embargo, el acuerdo ha enfrentado críticas de organizaciones panameñas que han llamado a manifestarse, considerando que "viola la soberanía nacional" y abre la puerta al regreso de la presencia militar estadounidense, lo que despierta sensibilidades históricas en Panamá debido al período colonial que terminó con la entrega de la administración del canal a Estados Unidos en 1999.
Sullivan respondió a estas críticas diciendo que el acuerdo "cumple con la ley", calificando muchas de las declaraciones opuestas como "falsas" y lamentando que "se utilicen con fines políticos".
Este acuerdo llega en un momento en el que el presidente estadounidense Donald Trump continúa declarando su intención de "recuperar" el Canal de Panamá, que afirmó estar "bajo la influencia de China" desde su regreso a la Casa Blanca en enero pasado.