La relación entre Turquía e Israel se intensifica y la posibilidad de un enfrentamiento directo es probable
August 9, 202546 VistasTiempo de lectura: 3 minutos

Tamaño de fuente
16
La Academia Nacional de Inteligencia de Turquía ha revelado un estudio extenso que extrae lecciones de la reciente guerra israelí-iraní, con un enfoque claro en cómo Turquía podría aplicar estas lecciones en un posible enfrentamiento con Israel. Este estudio plantea grandes interrogantes sobre el futuro de las relaciones turco-israelíes, especialmente en el contexto de la reciente escalada entre Ankara y Tel Aviv en relación con los eventos en Palestina, Siria y el Mediterráneo oriental.
Después de años de tensiones intermitentes con Israel, Turquía ha comenzado a mostrar una preparación militar y de inteligencia sin precedentes para un posible enfrentamiento, impulsada por varios factores como la escalada en Gaza, la disputa sobre los derechos de gas y las fronteras marítimas con Grecia y Chipre, ya que la alianza israelí-griega y la creciente cooperación militar y de inteligencia se consideran en Ankara como una "amenaza existencial".
El estudio turco se centró en varios puntos clave de la guerra israelí-iraní, y consideró que Turquía podría enfrentar un escenario similar, siendo algunas de estas lecciones más destacadas:
La importancia del poder aéreo: La superioridad aérea de Israel fue decisiva, lo que explica el esfuerzo de Turquía por adquirir nuevos cazas F-16 y desarrollar sus drones (como el "Bayraktar" y el "Akinci").
La guerra híbrida: Israel tuvo éxito al combinar ataques aéreos, ciberataques y guerra de información. Turquía busca fortalecer sus capacidades en estas áreas.
El estudio presentó tres escenarios principales que podrían aplicarse a Turquía e Israel: uno de ellos es el regreso a las negociaciones, que es una posibilidad débil en el contexto de la actual escalada. La continuación de la tensión es el escenario más probable, con enfrentamientos indirectos (cibernéticos, de inteligencia, a través de agentes en Siria y Líbano). La guerra total es una posibilidad no descartada si el conflicto se intensifica en el Mediterráneo oriental o Gaza.
Turquía se está preparando militarmente mediante la modernización de su fuerza aérea con cazas F-16, buscando adquirir 40 nuevos aviones de Estados Unidos y actualizar su flota actual. Además de los aviones Eurofighter Typhoon y las conversaciones con Reino Unido y Alemania para compensar la pérdida del programa F-35. Y trabajando en el desarrollo de misiles hipersónicos locales (como el "Taygun") para contrarrestar la superioridad israelí.
Fortalecimiento de la defensa aérea y adquisición del sistema S-400 ruso.
Trabajando en sistemas locales (Hispar) y acelerando el desarrollo para crear un escudo aéreo integrado. En cuanto a la guerra cibernética y de inteligencia, es probable que se establezcan unidades cibernéticas especializadas para contrarrestar los ciberataques israelíes. Además de fortalecer la red de espionaje contra, especialmente después de las acusaciones de que el Mossad infiltró agencias de seguridad turcas.
El estudio turco no anticipa una guerra directa en el corto plazo, pero advierte que Israel podría lanzar ataques preventivos si siente que Turquía representa una amenaza real, especialmente en la disputa sobre el gas en el Mediterráneo, ya que cualquier escalada aquí podría desencadenar un enfrentamiento militar.
El estallido de una guerra directa sigue siendo poco probable en el corto plazo, debido a los altos costos económicos para ambos países. Y las presiones de los aliados (Estados Unidos para la OTAN sobre Turquía, y Occidente sobre Israel). Y siguen siendo opciones de guerra por poder (como Siria y Líbano) que las partes prefieren.
Sin embargo, si la actual escalada continúa, especialmente en el Mediterráneo oriental o Gaza, las relaciones turco-israelíes podrían entrar en una nueva fase de enfrentamiento directo.
Después de años de tensiones intermitentes con Israel, Turquía ha comenzado a mostrar una preparación militar y de inteligencia sin precedentes para un posible enfrentamiento, impulsada por varios factores como la escalada en Gaza, la disputa sobre los derechos de gas y las fronteras marítimas con Grecia y Chipre, ya que la alianza israelí-griega y la creciente cooperación militar y de inteligencia se consideran en Ankara como una "amenaza existencial".
El estudio turco se centró en varios puntos clave de la guerra israelí-iraní, y consideró que Turquía podría enfrentar un escenario similar, siendo algunas de estas lecciones más destacadas:
La importancia del poder aéreo: La superioridad aérea de Israel fue decisiva, lo que explica el esfuerzo de Turquía por adquirir nuevos cazas F-16 y desarrollar sus drones (como el "Bayraktar" y el "Akinci").
La guerra híbrida: Israel tuvo éxito al combinar ataques aéreos, ciberataques y guerra de información. Turquía busca fortalecer sus capacidades en estas áreas.
El estudio presentó tres escenarios principales que podrían aplicarse a Turquía e Israel: uno de ellos es el regreso a las negociaciones, que es una posibilidad débil en el contexto de la actual escalada. La continuación de la tensión es el escenario más probable, con enfrentamientos indirectos (cibernéticos, de inteligencia, a través de agentes en Siria y Líbano). La guerra total es una posibilidad no descartada si el conflicto se intensifica en el Mediterráneo oriental o Gaza.
Turquía se está preparando militarmente mediante la modernización de su fuerza aérea con cazas F-16, buscando adquirir 40 nuevos aviones de Estados Unidos y actualizar su flota actual. Además de los aviones Eurofighter Typhoon y las conversaciones con Reino Unido y Alemania para compensar la pérdida del programa F-35. Y trabajando en el desarrollo de misiles hipersónicos locales (como el "Taygun") para contrarrestar la superioridad israelí.
Fortalecimiento de la defensa aérea y adquisición del sistema S-400 ruso.
Trabajando en sistemas locales (Hispar) y acelerando el desarrollo para crear un escudo aéreo integrado. En cuanto a la guerra cibernética y de inteligencia, es probable que se establezcan unidades cibernéticas especializadas para contrarrestar los ciberataques israelíes. Además de fortalecer la red de espionaje contra, especialmente después de las acusaciones de que el Mossad infiltró agencias de seguridad turcas.
El estudio turco no anticipa una guerra directa en el corto plazo, pero advierte que Israel podría lanzar ataques preventivos si siente que Turquía representa una amenaza real, especialmente en la disputa sobre el gas en el Mediterráneo, ya que cualquier escalada aquí podría desencadenar un enfrentamiento militar.
El estallido de una guerra directa sigue siendo poco probable en el corto plazo, debido a los altos costos económicos para ambos países. Y las presiones de los aliados (Estados Unidos para la OTAN sobre Turquía, y Occidente sobre Israel). Y siguen siendo opciones de guerra por poder (como Siria y Líbano) que las partes prefieren.
Sin embargo, si la actual escalada continúa, especialmente en el Mediterráneo oriental o Gaza, las relaciones turco-israelíes podrían entrar en una nueva fase de enfrentamiento directo.