El ejército libanés advierte sobre "movimientos no calculados" que amenazan la seguridad tras las manifestaciones de los partidarios de Hezbolá

El ejército libanés emitió hoy, sábado 9 de agosto, una advertencia severa sobre cualquier movimiento "no calculado" que pueda poner en peligro la seguridad del país, esto tras la salida de los partidarios de Hezbolá y el Movimiento Amal, la noche del viernes, en manifestaciones de protesta por tercera noche consecutiva, que presenciaron enfrentamientos y condenas a la decisión de restringir las armas en manos del estado.
El ejército afirmó en su declaración que "respeta la libertad de opinión", pero no tolerará "ninguna violación de la seguridad o la paz civil", enfatizando la prohibición de bloquear carreteras o agredir propiedades públicas y privadas. Llamó a los ciudadanos y a todas las partes a "actuar con responsabilidad en esta difícil etapa".
Cientos de partidarios de Hezbolá y el Movimiento Amal salieron a las calles de la ciudad de Nabatiyeh y las áreas circundantes, utilizando automóviles y motocicletas, portando banderas del partido, del movimiento y de Irán, según lo informado por la agencia de noticias oficial libanesa. Los manifestantes se dispersaron en las calles principales, levantando consignas a favor del partido y en contra de la decisión gubernamental.
La localidad de Ghazieh en el distrito de Zahrani (sur del Líbano) también presenció movimientos similares, donde jóvenes en motocicletas recorrieron las calles gritando consignas en rechazo a la decisión de restringir las armas. En otras áreas, los manifestantes bloquearon carreteras principales, incluyendo las de Zahle y Chtoura en el Bekaa, y la carretera de Baabda-Hazmieh en el Monte Líbano.
Fuentes de medios informaron que el ejército libanés arrestó a varios participantes en las manifestaciones tras su llegada al centro de la capital, Beirut.
Esto ocurre después de que el Consejo de Ministros libanés aprobara el jueves pasado los "objetivos" del documento estadounidense presentado por el enviado Tom Barak, que se refiere a fortalecer el acuerdo de alto el fuego con Israel. La decisión incluyó la restricción de las armas en manos del estado, incluidas las armas de Hezbolá, encargando al ejército elaborar un plan de implementación antes de finales de 2025.
Hezbolá había calificado la decisión gubernamental, en un comunicado el miércoles, como "un gran pecado", afirmando que "ignorar" cualquier intento de desarmarlo, considerando que la decisión sirve a la "agenda estadounidense".