Tel Aviv: Manifestaciones masivas exigiendo el cese de la guerra en Gaza y un acuerdo de intercambio de prisioneros

La ciudad de Tel Aviv vio el sábado manifestaciones masivas en las que participaron miles de israelíes para exigir el cese de la guerra en Gaza y llegar a un acuerdo de intercambio para la liberación de los rehenes retenidos por Hamas.

Los manifestantes levantaron pancartas que rechazan cualquier acuerdo parcial, afirmando la necesidad de liberar a todos los prisioneros de una sola vez, además de poner fin a la guerra. El periódico Times of Israel señaló que 47 de los secuestrados aún están en cautiverio, y se cree que entre 20 y 22 de ellos están vivos, mientras que Hamas retiene el cuerpo de un soldado que fue asesinado en 2014.

Estas manifestaciones se produjeron tras llamados de las familias de los rehenes liberados y de aquellos que aún están retenidos, quienes pidieron al gobierno israelí que regrese a la mesa de negociaciones y acepte el acuerdo propuesto, advirtiendo que la continuación de las operaciones militares podría poner en mayor riesgo la vida de los rehenes restantes.

El foro que representa a las familias de los secuestrados dijo en un comunicado: "El acuerdo es necesario ahora antes de que sea demasiado tarde... Lo que se presenta sobre la mesa puede devolver a los rehenes y poner fin a la guerra, pero Netanyahu lo está desechando por consideraciones políticas, en contra del consejo de la institución de seguridad y del deseo de la mayoría de los israelíes".

Junto a Tel Aviv, otras ciudades como Haifa, Kfar Saba y Jerusalén también vieron manifestaciones similares, donde los manifestantes se reunieron frente a la Knesset y la residencia del presidente israelí, sosteniendo carteles con la inscripción "SOS" en amarillo, expresando la falta de tiempo para salvar a los rehenes.

Estas movilizaciones populares se producen mientras Israel se prepara para lanzar un nuevo ataque amplio en la ciudad de Gaza, lo que ha generado preocupaciones entre las familias de los rehenes y oposición de algunos líderes de la institución militar que advirtieron que la operación podría durar meses y poner en peligro la vida de los detenidos.