Tensión diplomática inesperada entre Canberra y Tel Aviv tras la cancelación de la visa de un diputado israelí

Las relaciones australianas-israelíes han entrado en una nueva fase de tensión, después de que Canberra anunciara la cancelación de la visa del diputado israelí de derecha radical Simcha Rothman, justo antes de una gira en la que se suponía que daría varios discursos en Sídney y Melbourne.
El Ministro del Interior australiano, Tony Burke, explicó que la decisión se tomó a raíz de lo que él describió como "discurso de odio", diciendo: "Si vienes a Australia para difundir un mensaje de odio y división, no te queremos aquí. Australia es un país donde todos deben sentirse seguros". Según esta decisión, Rothman no podrá ingresar a Australia durante tres años.
Rothman, miembro de la Knéset por el partido "sionismo religioso" que forma parte de la coalición de Netanyahu, es conocido por sus posturas extremas en contra de la creación de un estado palestino y por su repetida llamada a la anexión de Cisjordania. Se suponía que iba a participar en eventos organizados por "la Asociación Judía Australiana".
Tel Aviv no tardó en responder; el Ministro de Relaciones Exteriores israelí, Gidion Sa'ar, anunció un endurecimiento de las restricciones para otorgar visas a australianos y la revocación de los permisos de residencia otorgados a representantes de Australia ante la Autoridad Palestina, en un paso que pareció ser una "respuesta recíproca".
Este desarrollo ocurre en un momento sensible, ya que Australia se prepara el próximo mes para reconocer un estado palestino, lo que agrava la tensión con el gobierno de Netanyahu, que también enfrenta un aislamiento creciente tras las recientes sanciones occidentales a sus ministros Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir por incitación a la violencia en Cisjordania.