La crisis de los incendios forestales en Canadá continúa a un ritmo sin precedentes, provocando un aumento en los niveles de contaminación del aire en amplias áreas del norte de América.
Se han visto grandes áreas de Canadá y el norte de Estados Unidos invadidas por nubes densas de humo y partículas finas, lo que ha llevado a un deterioro agudo de la calidad del aire, que incluye grandes ciudades como Toronto, Chicago y Milwaukee.
Según el sitio "Air Now" especializado en monitoreo de la calidad del aire, la calidad del aire en Chicago cayó a un nivel "moderado" la mañana del domingo, mientras que se registraron niveles "no saludables para grupos sensibles" en algunos vecindarios.
En cuanto a la ciudad de Milwaukee y el centro de Toronto, la calidad del aire fue clasificada como "no saludable" en general, lo que representa una amenaza potencial para la salud de los residentes, especialmente aquellos con enfermedades respiratorias.
Estas condiciones deterioradas se producen en medio de más de 730 incendios forestales activos en Canadá, de los cuales 210 están fuera de control, según el Centro Canadiense Conjunto de Manejo de Incendios Forestales.
Estos incendios, desde su inicio esta temporada, han arrasado un área estimada en aproximadamente 6.6 millones de hectáreas (equivalente a 16.3 millones de acres), lo que los convierte en uno de los más grandes en la historia moderna del país.
Amplias áreas de Canadá se han visto afectadas, desde los Territorios del Noroeste hasta Quebec, mientras que se emitieron advertencias en diez estados estadounidenses que se extienden desde Minnesota hasta Maine, incluyendo partes del norte y oeste de Nueva York, según un informe de la agencia "Bloomberg".
Los meteorólogos han señalado que los patrones climáticos actuales están exacerbando la crisis, ya que Bob Oravec, principal experto en pronósticos del Centro de Pronóstico del Tiempo de EE. UU., explicó que "la dirección del viento sigue viniendo del oeste, y no se espera que cambie significativamente durante esta semana", lo que significa que las posibilidades de mejora en la calidad del aire a corto plazo siguen siendo bajas.
El humo resultante de estos incendios ha cubierto partes de Estados Unidos en varias ocasiones durante la primavera y el verano de este año, y recientemente llegó al famoso festival de música Lollapalooza en Chicago el viernes, lo que ensombreció el ambiente festivo del evento.
Esta catástrofe ambiental sigue imponiendo grandes desafíos a los gobiernos de Canadá y Estados Unidos, y hace sonar la alarma sobre las consecuencias del cambio climático, en un momento en que se intensifican los debates sobre políticas ambientales y la necesidad de fortalecer los esfuerzos para contener tales desastres en el futuro.