En un paso poco común desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania hace más de tres años, Moscú anunció una oferta de alto el fuego humanitario temporal a Kiev que se extenderá entre 24 y 48 horas, con el objetivo de evacuar a los heridos y recuperar los cuerpos de los muertos en las líneas del frente.
El jefe de la delegación rusa en las negociaciones de paz en Estambul, Vladímir Medinski, afirmó durante una conferencia de prensa que Moscú presentó esta propuesta durante la tercera ronda de conversaciones directas que tuvieron lugar en Estambul el 23 de julio actual.
Señaló que Rusia y Ucrania acordaron llevar a cabo un nuevo intercambio que incluye a 1200 prisioneros de cada parte, en un paso sin precedentes desde el inicio del conflicto, explicando que todos los acuerdos humanitarios de la segunda ronda de negociaciones se llevaron a cabo con éxito.
Además, Moscú reveló su disposición para entregar los cuerpos de 3 mil soldados ucranianos, en una iniciativa para abrir el camino a medidas humanitarias más amplias.
Medinski explicó que Rusia propuso a Ucrania un alto el fuego corto que oscila entre 24 y 48 horas, en las líneas de contacto, para permitir que los equipos médicos de ambos lados evacúen a los heridos y recuperen los cuerpos de los soldados.
Y afirmó que su país propuso este paso "una vez más" como confirmación de su compromiso con los aspectos humanitarios en medio del conflicto en curso.
Por su parte, el jefe de la delegación ucraniana, Rustam Omírov, anunció que su país propuso celebrar una cumbre directa entre el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y el presidente ruso con el objetivo de llegar a un acuerdo final que ponga fin a la guerra para finales de agosto.
También instó al lado ruso a mostrar un "enfoque constructivo y realista", según lo informado por la agencia Reuters.
No obstante, Medinski respondió que una cumbre de este tipo, en caso de celebrarse, debería limitarse a la firma del acuerdo final solamente, y no para continuar las discusiones.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski anunció más tarde el regreso de un nuevo grupo de prisioneros de guerra ucranianos desde Rusia, elevando el número de retornados a más de mil soldados, la mayoría de ellos heridos o enfermos que pasaron más de tres años en cautiverio, confirmando que actualmente están recibiendo atención médica y apoyo psicológico al regresar a Ucrania.
La nueva ronda de conversaciones en Estambul es la tercera de su tipo, y se produce después de la presión ejercida por la administración estadounidense, donde el presidente estadounidense Donald Trump dio a Moscú un plazo de 50 días para llegar a un acuerdo, amenazando con duras sanciones en caso de fracaso en la vía diplomática.
Las dos rondas anteriores celebradas en mayo y junio no lograron ningún avance político, pero vieron el intercambio de cientos de prisioneros entre las partes y la entrega de los cuerpos de varios fallecidos.