El actor sirio Duraid Lahham regresó a la capital, Damasco, por primera vez desde la caída del régimen de Bashar al-Assad, en una visita documentada en un video que se difundió ampliamente en las redes sociales. El video mostró el momento de su llegada al aeropuerto internacional de Damasco junto a su esposa, sin recibir ningún tipo de recibimiento o bienvenida.
En el video, el actor Duraid Lahham, conocido por sus posturas a favor del régimen derrocado en años anteriores, apareció visiblemente desconcertado durante su llegada al aeropuerto, mientras la sala carecía de muestras de bienvenida o entusiasmo, a diferencia de lo ocurrido con otros artistas conocidos por apoyar la revolución siria contra el régimen caído.
El video generó un amplio debate en las redes sociales debido a la falta de interés popular en la llegada de Lahham y su esposa, en una escena que reflejaba sentimientos de confusión en ellos.
Varios usuarios señalaron que lo sucedido era algo natural y se debía a las posturas políticas anteriores de Lahham, y a su apoyo declarado al régimen de Assad desde el inicio de la revolución siria en 2011.
Después de la caída del régimen de Bashar al-Assad y su huida a Rusia, Duraid Lahham apareció en un video publicado en su canal oficial de YouTube, en el que felicitaba lo que llamó "el nacimiento de la nueva Siria", lo que generó amplias críticas de activistas que consideraron sus palabras como un intento descarado de cambiar su postura anterior, después de años de apoyo incondicional al régimen derrocado.
En el video, Lahham dijo: "Felicitaciones a mi patria Siria por su nuevo nacimiento, y para seguir celebrando esta ocasión cada año, debemos permanecer unidos en todas nuestras facciones y afiliaciones políticas, y nuestra única facción debe ser Siria, y cantar como solíamos cantar nosotros y los niños, mi patria... mi patria, este es el único comunicado emitido por mí en esta ocasión".
Se recuerda que en años anteriores, Lahham fue una de las voces artísticas más destacadas que apoyaron al régimen caído de Assad e Irán, y anteriormente había generado controversia al dirigir mensajes directos al líder supremo iraní, Alí Jamenei, en los que decía: "En tu espíritu sagrado, en tus ojos la esperanza, en tus manos el trabajo, y en tus palabras un mandato que se cumple".