Informe: De iraní a ruso completamente.. ¿Cómo Moscú tomó el control del dron "Shahed-136"?

Rusia ha consolidado su control total sobre la fabricación del dron iraní "Shahed-136" tras desarrollarlo técnicamente para hacerlo más letal, lo que ha generado tensiones con Teherán, que se siente marginada a pesar de su apoyo militar a Moscú desde el inicio de la guerra en Ucrania, según un informe de la cadena "CNN".
Un documental ruso reveló la gran expansión en la producción del dron "Shahed-136" _conocido en Rusia como "Giran"_ dentro de la fábrica "Alabuga" en Tatarstán, que se encuentra a unas 600 millas al este de Moscú. El documental mostró una línea de producción avanzada para motores, que un periodista ruso describió como "sin igual en el país".
Timur Shagivaliev, el director ejecutivo de la fábrica, confirmó que la instalación es "integrada" y produce la mayoría de los componentes del dron localmente, incluyendo estructuras de fibra de carbono y electrónica de precisión. Las estimaciones de analistas e inteligencia indican que el 90% de las etapas de fabricación se realizan ahora dentro de Rusia, lo que refleja la casi total adquisición de Moscú sobre la tecnología del dron que se ha convertido en un arma clave en sus ataques a Ucrania.
El control ruso sobre la producción ha generado descontento en Irán, que esperaba mayores retornos por su apoyo militar a Moscú, especialmente después de haber suministrado miles de drones y misiles desde el inicio de la guerra. Las tensiones entre los dos países aumentaron durante los ataques israelíes a las instalaciones nucleares iraníes en junio pasado, donde Rusia limitó su respuesta a "condenas formales", según el analista iraní Ali Akbar Darini del Centro de Estudios Estratégicos de la Oficina del Presidente iraní.
Darini agregó a "CNN" que Teherán esperaba "un apoyo operativo mayor" de Rusia, como un aumento en los envíos de armas o cooperación en inteligencia, pero Moscú se ha ceñido a los límites de "intereses propios", como lo describió una fuente de inteligencia occidental, afirmando que la cooperación entre los dos países es "puramente utilitaria y comercial".
Rusia comenzó a importar el dron después de la invasión de Ucrania en febrero de 2022, y luego firmó un acuerdo con Irán a principios de 2023 por un valor de 1.75 mil millones de dólares para producirlo localmente. Para septiembre de 2025, Moscú había completado la fabricación de 6,000 drones antes de la fecha prevista por un año, según inteligencia ucraniana que también reveló que la fábrica ahora produce más de 5,500 drones mensualmente, con una reducción significativa en el costo de 200,000 dólares por unidad en 2022 a aproximadamente 70,000 dólares actualmente.
Rusia también ha introducido mejoras técnicas en el dron, como sistemas de comunicación avanzados, baterías de mayor duración y cabezas explosivas más grandes, lo que ha aumentado su efectividad en combate. Los expertos consideran que estas modificaciones reflejan "la pérdida gradual de control de Irán" sobre el producto final, en un momento en que Moscú busca lograr la autosuficiencia total en la producción.
Darini concluyó su análisis diciendo que la relación entre los dos países es "una mezcla de cooperación y competencia", señalando que la política rusa es "puramente pragmática, poniendo los intereses propios por encima de cualquier compromiso de aliado".
Parece que la expansión rusa en la fabricación y desarrollo del "Shahed-136" lo ha transformado de un arma iraní a un producto completamente ruso, lo que plantea preguntas sobre el futuro de la cooperación militar entre los dos países en medio de crecientes desacuerdos.