Informe: Se ha descubierto una red criminal internacional que conecta el tráfico de drogas con el comercio de armas sirias.

Unas acusaciones presentadas por una corte federal en Virginia revelaron detalles de una red criminal compleja que se extiende por cuatro continentes, incluyendo cárteles de drogas, grupos armados y regímenes corruptos.
Según los documentos publicados en el periódico "The New York Times", la red planeaba contrabandear cientos de kilogramos de cocaína a un puerto sirio en un contenedor de carga declarado como cargado de frutas, a cambio de un envío de armas del antiguo arsenal del régimen sirio destinado a armar una de las organizaciones criminales más peligrosas de América Latina, además de operaciones de lavado de dinero.
Uno de los principales acusados en el caso, Antoine Qassis (de nacionalidad libanesa), compareció ante el tribunal el pasado viernes después de ser entregado desde Kenia, enfrentando cargos relacionados con el "narco-terrorismo", conspiración para apoyar a una organización terrorista extranjera, el Ejército de Liberación Nacional de Colombia (E.L.N).
Los documentos indican que Qassis, presuntamente un traficante de drogas libanés, tenía estrechos vínculos con figuras influyentes del antiguo régimen sirio, acusado internacionalmente de convertir a Siria en un "estado de drogas". El tribunal también reveló su participación en una red internacional de lavado de dinero con sede en Líbano, colaborando con el cartel mexicano "Sinaloa" y el grupo armado colombiano.
El caso resalta la amenaza global derivada de la proliferación de armas del antiguo régimen sirio tras la caída de Bashar al-Assad el pasado diciembre, temiendo que caigan en manos de grupos transfronterizos, representando un peligro para la seguridad y estabilidad mundial.