Catar llama al embajador iraní... y Teherán confirma su compromiso con la buena vecindad

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Catar convocó a su embajador iraní, Ali Saleh Abadi, tras el ataque con cohetes llevado a cabo por la Guardia Revolucionaria Iraní contra la base aérea de Al-Asad que alberga fuerzas estadounidenses. Doha renovó su condena al ataque, calificándolo como "una flagrante violación de su soberanía y espacio aéreo", según informó la agencia "France Presse".

Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán afirmó que los ataques con cohetes contra la base fueron "en ejercicio del legítimo derecho a la legítima defensa en virtud del Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas", en respuesta a lo que describió como "la agresión militar estadounidense". Estas declaraciones fueron hechas por el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Ismail Qaani, en una publicación en la plataforma "X", donde también hizo hincapié en el compromiso de Irán "con el principio de buena vecindad y la no escalada con los países vecinos".

En referencia a los intentos de mediación, Catar expresó su sorpresa por el ataque a pesar de "los numerosos esfuerzos realizados para detener la escalada". También reafirmó su rechazo a cualquier violación de su soberanía, después de haber condenado el ataque inmediatamente después de ocurrido.

Por su parte, el Viceministro de Relaciones Exteriores de Irán, Majid Takht-Ravanchi, elogió "el papel constructivo de Doha en la prevención de la escalada regional", expresando la bienvenida de su país a la cooperación con los países de la región. Añadió que Irán "no permitirá que Estados Unidos e Israel aviven las discordias", según sus palabras.

Cabe mencionar que el ataque iraní, que incluyó el lanzamiento de 14 misiles hacia la base de Al-Asad además de drones hacia bases estadounidenses en Irak, fue en respuesta a los ataques estadounidenses contra instalaciones nucleares iraníes en Fordo, Natanz e Isfahán. Por otro lado, un funcionario estadounidense informó que no se registraron víctimas humanas, confirmando que Washington esperaba el ataque y tomó medidas preventivas.

En un giro sorprendente, el presidente estadounidense Donald Trump anunció posteriormente un alto el fuego entre Israel e Irán, poniendo fin a 12 días de enfrentamientos sin precedentes entre ambas partes.