En medio de una crisis humanitaria sin precedentes en la Franja de Gaza, la organización internacional de ayuda humanitaria Oxfam advirtió sobre el peligro del aumento de enfermedades transmitidas por el agua, señalando que la situación sanitaria podría deslizarse rápidamente hacia una 'catástrofe mortal'.
La organización afirmó en un comunicado emitido ayer jueves que la propagación de estas enfermedades está experimentando tasas de aumento alarmantes, que han alcanzado entre un 101% y un 302% en los últimos tres meses, lo que augura graves consecuencias para los habitantes exhaustos del territorio.
Según el comunicado, el número de casos de ictericia aguda aumentó un 101%, mientras que los casos de diarrea acuosa aumentaron un 150%, siendo el mayor aumento en los casos de diarrea sanguinolenta que alcanzó el 302%. Oxfam señaló que estas enfermedades se agravan rápidamente debido a la grave escasez de agua limpia, la falta de refugio, la mala nutrición y la falta de atención médica, convirtiéndolas en enfermedades mortales en un entorno no preparado para responder.
La organización explicó que este grave brote se produce en medio de un bloqueo total impuesto por Israel en el territorio desde el pasado 2 de marzo, lo que ha llevado a un parálisis casi total en las actividades de las organizaciones de ayuda humanitaria que ya no cuentan con ninguna ayuda disponible en sus almacenes dentro de Gaza.
Asimismo, señaló que las cifras registradas no reflejan el verdadero alcance de la crisis, ya que la gran mayoría de la población del territorio, que asciende a alrededor de dos millones de personas, no tiene la capacidad de acceder a los pocos centros de salud que aún funcionan parcialmente.
Por su parte, el Ministerio de Salud de Gaza lanzó un llamamiento humanitario urgente en el que solicitó la intervención inmediata de la comunidad internacional y las organizaciones humanitarias para detener la guerra y salvar lo que queda del sistema de salud colapsado, en un intento por contener la deteriorada situación humanitaria.
El territorio enfrenta una de sus peores etapas en su historia reciente, con la guerra continua desde el 7 de octubre de 2023, una hambruna empeorada y una grave escasez en todos los aspectos básicos de la vida.
Los hospitales sufren una catastrófica escasez de medicamentos y suministros médicos, además de un colapso en sus capacidades de diagnóstico y tratamiento, lo que convierte a cada enfermedad en un peligro inminente para la vida de los civiles.
A pesar de que recientemente cruzaron 346 camiones de ayuda a Gaza, esta cantidad sigue siendo extremadamente limitada en comparación con las crecientes necesidades de una población que sufre privaciones y hambre, y enfrenta amenazas diarias sin cesar.