Invasión nocturna de colonos israelíes para usurpar tierras sirias

La operación no fue espontánea como intentaron promover los organizadores. Los que venían de "Samaria" - el nombre bíblico que Israel da al norte de Cisjordania - cruzaron la frontera en sus vehículos cerca del asentamiento "Alon Habashan" que Israel estableció sobre las ruinas de las aldeas sirias en el Golán en 1981. Tenían la intención de quedarse mucho tiempo, e incluso traer más colonos más tarde.
Pero el ejército de ocupación, que afirma haber "frustrado" el intento, lo trató como si fuera una infracción de tráfico simple. Devolvió a los infiltrados "de manera segura" al interior de la línea verde, y prometió una investigación superficial con ellos. Un breve comunicado militar describió el incidente como "grave" y "que pone en peligro vidas", pero evitó cualquier referencia a la violación de la soberanía siria.
Es notable que los organizadores que se autodenominan "pioneros de Habashan" no ocultaron sus ambiciones. Dijeron abiertamente que esto es solo el comienzo, y que esperan obtener apoyo oficial en el futuro. Sus palabras no provenían de un grupo marginal, sino que llegaron solo días después de las declaraciones del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu sobre su "vinculación con la visión de la Gran Israel".
La escena no carece de una amarga ironía. Mientras los colonos intentaban cruzar la frontera, las fuerzas de ocupación continuaban sus violaciones habituales en Quneitra y Daraa. Disparos contra civiles, registros de casas, arresto de jóvenes - todo eso bajo la mirada y el oído del mundo.
El incidente no es solo una provocación pasajera, sino que es parte de un tejido integral para crear nuevas realidades sobre el terreno. Es un recordatorio de que la máquina de asentamientos israelí no reconoce fronteras, y no se limita a las tierras palestinas, sino que busca expandir el ámbito de la ocupación basándose en mapas bíblicos.
Los sirios enfrentan estos desafíos solos, mientras el mundo está ocupado con otros conflictos e intereses entrelazados.
La noche en el Golán podría volver a repetirse, y los colonos podrían intentar de nuevo. Pero la tierra recuerda a sus verdaderos habitantes, y la historia registra que los ocupantes, por mucho que dure su tiempo, algún día se irán.