Nueva crisis política en Libia tras la prohibición de diputados de Trípoli para viajar a Bengasi
August 4, 202592 VistasTiempo de lectura: 3 minutos

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En un paso que refleja la profundidad de la división política e institucional que sufre Libia, se prohibió a varios diputados del parlamento que representan a la región occidental viajar a la ciudad de Bengasi, para participar en una sesión general que celebra el parlamento, hoy lunes, para discutir el proyecto de ley del presupuesto general para 2025.
Se esperaba que la sesión, que se lleva a cabo en la ciudad de Bengasi en el este del país, discutiera el presupuesto propuesto por la Comisión de Planificación y Finanzas de la Cámara de Representantes, que asciende a 160 mil millones de dinares libios.
Los artículos del presupuesto se distribuyeron de la siguiente manera:
64 mil millones de dinares para salarios
13.9 mil millones de dinares para gastos operativos
27.5 mil millones de dinares para proyectos de desarrollo
54.6 mil millones de dinares para el capítulo de subsidios.
Sin embargo, esta sesión vital enfrenta un gran desafío después de que Musbah Doma, el segundo vicepresidente del parlamento, anunciara que la Autoridad de Aviación Civil prohibió a los diputados de la región occidental viajar a través del Aeropuerto Internacional de Mitiga en la capital Trípoli hacia Bengasi.
Doma señaló que esta prohibición impidió su participación en la sesión legislativa, lo que consideró como "una violación de la libertad del trabajo parlamentario".
En un comunicado oficial emitido la noche del domingo, Doma instó al fiscal general a abrir una investigación urgente sobre el incidente y a responsabilizar a las partes responsables, pidiendo la necesidad de facilitar el movimiento de los diputados y permitirles cumplir con sus funciones con total libertad e independencia, lejos de cualquier intervención política o administrativa que obstaculice el proceso legislativo.
Estos desarrollos destacan la continua agudización de las disputas entre las autoridades del este y el oeste de Libia, especialmente en lo que respecta a la gestión de los recursos financieros y la distribución del poder, a pesar de las reiteradas llamadas internacionales y locales para llegar a un presupuesto unificado sujeto a control y auditoría, que garantice la reducción de la corrupción y la disminución del gasto innecesario, en medio de una crisis económica y financiera asfixiante que vive el país.
Cabe mencionar que este presupuesto está destinado al Gobierno de Estabilidad que preside Osama Hamad, y enfrenta desafíos políticos relacionados con su legitimidad y la posición de algunas partes en el oeste de Libia, lo que profundiza la división y retrasa las oportunidades de llegar a un acuerdo nacional integral.