En un movimiento sorprendente destinado a endurecer el control sobre la inmigración, el Departamento de Estado de EE. UU. anunció el lanzamiento de un nuevo proyecto piloto que obliga a los ciudadanos de ciertos países a pagar una fianza financiera de hasta 15 mil dólares estadounidenses para obtener una visa de entrada a los Estados Unidos.
La implementación de la medida comenzará 15 días después de su publicación hoy martes en el diario oficial, y se mantendrá en vigor durante un año, en el marco de la política de la administración del presidente Donald Trump destinada a reducir las tasas de inmigración ilegal y garantizar el cumplimiento de las leyes de residencia estadounidenses.
Según el comunicado del departamento, la medida afecta a los ciudadanos de los países que requieren visa para ingresar a los Estados Unidos, ya sea para visitas turísticas o por motivos laborales, pero no especifica los nombres de esos países, dejando eso a la discreción del Departamento de Estado.
Un portavoz del departamento indicó que esta medida refleja el compromiso de la administración Trump de "hacer cumplir las leyes de inmigración estadounidenses y proteger la seguridad nacional", señalando que la decisión está dirigida específicamente a los ciudadanos de países que se clasifican como aquellos que enfrentan altas tasas de sobrepasar el tiempo de estancia, además de los casos en los que los funcionarios consulares consideran que la información proporcionada por el solicitante es "insuficiente en términos de supervisión y verificación".
De acuerdo con datos oficiales, aproximadamente 500 mil personas han excedido el tiempo permitido para su estancia en los Estados Unidos durante el año fiscal 2023 (de octubre de 2022 a octubre de 2023), lo que llevó a la administración estadounidense a tomar medidas más estrictas para limitar este fenómeno.
Es importante mencionar que hay alrededor de 40 países, la mayoría europeos, que se benefician del programa de exención de visas que permite a sus ciudadanos permanecer en los Estados Unidos por 90 días sin visa, sin embargo, esta nueva medida no se aplica a ellos.
Esta decisión llega en medio de un endurecimiento creciente de la administración Trump sobre los requisitos para otorgar visas, especialmente para países africanos, en el marco de una campaña más amplia destinada a limitar la inmigración irregular, que es una prioridad máxima para el presidente estadounidense desde su regreso a la Casa Blanca en enero pasado.