Nuevo informe estadounidense acusa a Europa de deterioro de los derechos humanos y ignora las violaciones de Israel

En su informe anual sobre derechos humanos, Estados Unidos criticó duramente a varios países de Europa occidental, acusándolos de un deterioro de las libertades debido a las leyes que regulan el discurso de odio en línea, mientras ignoró las violaciones israelíes en los territorios palestinos.
El informe emitido por el Departamento de Estado de EE. UU., por encargo del Congreso, fue breve en comparación con informes anteriores, ya que excluyó críticas claras a algunos aliados de Washington, como El Salvador, que tiene vínculos estrechos con la administración de Donald Trump.
El informe acusó a Gran Bretaña, Francia y Alemania de restringir la libertad de expresión mediante un endurecimiento de la censura sobre el contenido en línea, señalando que "los derechos humanos han empeorado en estos países como resultado de las restricciones al discurso de odio en línea".
En el caso de Gran Bretaña, el informe criticó la reacción de las autoridades tras un ataque con cuchillo que tuvo como objetivo a tres chicas, donde actuaron contra usuarios que publicaron información que "erróneamente afirmaba que el agresor era un inmigrante", y acusó a los funcionarios británicos de "interferir repetidamente para disuadir a las personas de expresar sus opiniones".
Por su parte, Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., comentó: "Independientemente del grado de desacuerdo con el discurso de alguien, criminalizarlo o silenciarlo por la fuerza solo conduce a más odio, represión y polarización", sin mencionar explícitamente a Gran Bretaña.
Sin embargo, el informe omitió mencionar las violaciones israelíes en Gaza y Cisjordania, limitándose a señalar que Israel había tomado "medidas creíbles" para responsabilizar a los responsables de algunas violaciones, a pesar de registrar casos de "detenciones arbitrarias y asesinatos extrajudiciales".
El informe también apuntó a Brasil, señalando el deterioro de los derechos humanos en 2024, y criticó la restricción del acceso a contenido en línea que "se considera opuesto a la democracia". También mencionó que la situación "ha empeorado drásticamente" en Sudáfrica, donde Trump apoyó causas de la minoría blanca.
A cambio, el informe elogió a El Salvador, afirmando que "no hay informes creíbles de violaciones graves" allí, a pesar de la campaña de seguridad del presidente Nayib Bukele, que ha acusado a grupos de derechos humanos de arrestar a inocentes. El informe también ignoró las alegaciones de maltrato a inmigrantes deportados de EE. UU. a las cárceles de El Salvador, a pesar de que algunas víctimas, como Kilmar Armando Abrigo García, han presentado testimonios sobre haber sido torturadas.
Los diputados demócratas describieron el informe como "una herramienta para promover la agenda de Trump", donde Gregory Meeks, presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Congreso, dijo: "El Departamento de Estado ha convertido sin vergüenza una herramienta que era confiable en un medio para promover las guerras culturales de Trump".
A su vez, Amanda Klasing de Amnistía Internacional advirtió que el informe envía un "mensaje aterrador" de que Washington pasará por alto las violaciones si se alinean con su política.
Este informe llega en medio de acusaciones a los críticos de que la administración Trump y Rubio utilizan los derechos humanos como una "vara" para golpear a los oponentes, mientras ignoran las violaciones de los aliados.