Nagasaki conmemora a las víctimas de la bomba atómica.. y advierte sobre los peligros de la escalada nuclear

Cientos se reunieron hoy en la ciudad japonesa de Nagasaki para conmemorar el octogésimo aniversario del bombardeo atómico que destruyó la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial, en medio de advertencias sobre el aumento de las amenazas nucleares en el contexto de las crisis globales actuales.
A las 11:02 de la mañana, la hora en que cayó la bomba en 1945, los presentes guardaron un minuto de silencio en honor a las víctimas que perdieron la vida en la catástrofe, mientras el alcalde de Nagasaki, Shiro Suzuki, instó a tomar medidas urgentes para el desarme nuclear.
Suzuki dijo en su discurso: "Esta es una crisis que amenaza la supervivencia de la humanidad y se acerca a cada uno de nosotros", enfatizando la necesidad de adherirse a los principios de la Carta de las Naciones Unidas. Agregó advirtiendo: "Ya no hay espacio para retrasos en enfrentar este peligro".
El 9 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó la bomba "Fat Man", hecha de plutonio-239 y que pesaba 10,000 libras, sobre Nagasaki, lo que resultó en la muerte instantánea de 27,000 personas de una población de 200,000 que habitaban la ciudad. Para finales de ese mismo año, el número de muertes aumentó a cerca de 70,000 debido a la radiación aguda.
El bombardeo ocurrió solo tres días después de la destrucción de Hiroshima por una bomba de uranio-235, lo que llevó a Japón a rendirse el 15 de agosto de 1945, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial.
Suzuki describió el testimonio de un sobreviviente de la tragedia diciendo: "A mi alrededor había personas a las que les habían reventado los ojos.. los cuerpos estaban esparcidos como piedras".
Se cree que el ejército estadounidense eligió Nagasaki debido a su importancia como un puerto industrial clave, y su terreno montañoso aumentó la concentración de la fuerza de la explosión.
La ceremonia anual en el Parque Conmemorativo de la Paz de Nagasaki contó con la presencia de representantes de 95 países y regiones, incluidas delegaciones de Estados Unidos y Rusia (que posee el mayor arsenal nuclear del mundo) e Israel, que no ha declarado poseer armas nucleares.
Los sobrevivientes del bombardeo aún sufren los efectos de la radiación y la discriminación social, y con su número disminuyendo por primera vez a menos de 100,000 este año, sus testimonios siguen siendo el combustible para los esfuerzos internacionales destinados a prevenir la repetición de la tragedia.
Suzuki concluyó su discurso recordando a la comunidad internacional sus responsabilidades: "No debemos permitir que la historia de Nagasaki se repita.. el mundo necesita pasos concretos hacia la paz".